Las plantas industriales de Seat y Nissan funcionaron con normalidad este miércoles. También los mayoristas de MercaBarna o los puertos de Barcelona y Tarragona. El metro funcionaba en Barcelona al 90%, según fuentes de la empresa de transportes. A falta de datos oficiales, donde no hubo piquetes que lo impidieran, la actividad laboral en puntos clave de la economía catalana se desarrolló con normalidad en la mañana de este miércoles.
La Cataluña más madrugadora acudió a trabajar pese al llamamiento a una huelga masiva respaldada por sindicatos y organizaciones independentistas para protestar por la entrada en prisión de sus referentes y la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Sin embargo, en la mañana de este miércoles se produjeron decenas de cortes en carreteras, autopistas y vías de tren por el activo boicot de piquetes independentistas, que en algunos casos desbordaron los controles policiales para tratar de paralizar Cataluña. Las imágenes de conductores atrapados en las carreteras se multiplicaron en la mañana del miércoles. Trataban de acudir a su puesto de trabajo, pero les era imposible.
En Girona, un millar de personas llegó a las vías del AVE desbordando a los Mossos d'Esquadra y el personal de seguridad de la estación dejando a la ciudad sin tren de alta velocidad durante varias horas.
Muchos manifestantes también acudieron a las carreteras, entre ellos la AP-7 en varios tramos de Barcelona, Tarragona y Girona, las rondas de Barcelona, y en los accesos a la capital catalana. Pasadas las 10 de la mañana había más de 30 tramos cortados en 15 carreteras catalanas.
A falta de datos oficiales, los numerosos cortes sí han logrado perturbar la jornada laboral de miles de catalanes, pero en la falta de actividad probablemente pesará bastante más la acción piquetes que el seguimiento activo de la huelga. Donde sí fue masivo el seguimiento fue en las universidades, que amanecían desiertas. Algunos estudiantes que querían ir a clase denuncian que no pudieron hacerlo por los cortes en la circulación.
En Barcelona, los mossos y la Policía tuvieron que intervenir para disolver las concentraciones que produjeron cortes de tráfico.