Media hora antes de que comenzara el acto, ya no cabía ni un alfiler en el teatro Goya de Barcelona, con capacidad para 600 personas. Según la organización, varios cientos se quedaron fuera. Dentro, en el acto de Ciudadanos de este sábado por la mañana, se proyectaban dos grandes banderas europeas sobre el escenario. Hoy no era el día de la señera o la española, que la formación reivindica a menudo. El partido pretende inspirarse en Emmanuel Macron y tomar la bandera del europeísmo contra el nacionalismo, que ellos consideran populismo.
De repente, llegaron los cuatro participantes. El primero, "Manuel", como lo llamaban los demás. "Manuel" es Manuel Valls, ex primer ministro de Francia con el Partido Socialista que simpatiza con el nuevo presidente galo. Y "Manuel" comenzó explicando que él nació en Barcelona, en el barrio de Horta, donde sus amigos venían de Extremadura, de Murcia o de Andalucía, pero todos eran catalanes. "En Europa te puedes sentir, catalán, español, catalán y francés… y europeo. Yo soy nacido en Barcelona, naturalizado francés y primer ministro en Francia. No hay muchos países ni muchos continentes donde eso sea posible", dijo, cosechando un gran aplauso.
Se trata del segundo acto del día de Valls, que desayunó con el candidato del PP, Xavier García Albiol en un acto público y que esta tarde participará en otro de Societat Civil Catalana.
"El nacionalismo es guerra", dijo en referencia a una Europa hecha trizas por las guerras hasta que el germen de la Unión Europea comenzó a brotar en la década de 1950. "Aquí no se está jugando el futuro de España o de Cataluña solamente. O la situación económica de España o de Cataluña. Se está jugando el futuro de Europa" porque se puede abrir "la puerta" y "la brecha a todos los nacionalismos", destacó.
"Lo que me interesa de Ciudadanos es que está cambiando la política en España como la hemos cambiado con Macron en Francia" al abandonar ejes del pasado como la izquierda y la derecha y comenzar a abrir otros debates sobre el proteccionismo o el liberalismo, el populismo o el europeísmo, según dijo en consonancia con los argumentos de Albert Rivera, también presente en el acto.
"O eres independentista o te llaman fascista. Pasa igual en Francia. Para acabar con el debate te tratan de fascista y así ya no hay debate", lamentó.
Cataluña es "lo contrario" a la cerrazón
El premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, recordó la tradición moderna, abierta y cosmopolita de Barcelona, una ciudad a la que en los 70, antes incluso del fin de la dictadura, otros españoles acudían porque "se sentían ya en Europa".
"Cataluña no está representada por el nacionalismo, una forma de hacer política "primitiva, anacrónica y antidemocrática". "Cataluña es exactamente lo contrario de esa cerrazón sobre sí mismo", ha dicho tras arremeter contra la izquierda "antidemocrática" que lo ha abrazado.
"Hoy día tenemos una izquierda que es profundamente antidemocrática" porque abraza el nacionalismo, ha dicho. Un partido puede "llamarse de izquierdas", como la CUP, pero "es profundamente reaccionario". Para él, "no hay ningún partido más progresista que Ciudadanos".
Arrimadas: "Si no mantenemos la democracia, podemos perderla"
La candidata a la presidenta de la Generalitat hizo una buena dosis de autocrítica ya que considera que en parte del triunfo del nacionalismo hay una derrota del proyecto común español y los que luchan por hacerlo atractivo y de futuro.
"Nadie ha asumido el rol de explicar sin complejos que el nacionalismo no es el futuro sino el pasado", dijo Arrimadas recordando que en Europa "sólo han comunicado los independentistas y los nacionalistas", en una crítica velada al Gobierno de Mariano Rajoy.
Ahora, Ciudadanos puede no sólo desmontar intelectualmente al nacionalismo sino de ganarle en las urnas, según ella. "La democracia hay que regarla todos los días como si fuera una plantita", según la candidata a la presidencia. "La democracia no se tiene, se mantiene. Si no la mantenemos, puede llegar el momento en que la perdamos".
Por su parte, Rivera apeló a los valores europeístas y criticó que "Puigdemont propone un referéndum para salir de Europa exactamente igual que Le Pen".
"No importa cuantos escaños tenga Ciudadanos" u otros partidos constitucionalistas sino que el 21 de diciembre se dé un "mensaje claro a Europa entera" de que "Cataluña mayoritariamente quiere ser española y europea".
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