El segundo avance de participación confirma un 21-D de gran movilización. La participación en estas elecciones será alta y podría superar las cifras de los comicios de 2015. El voto a las seis de la tarde se eleva hasta el 68,33% del censo, es decir, cinco puntos más que a la misma hora en las elecciones del 2015, cuando era del 63,12%. El repunte es especialmente significativo en los feudos tradicionales del constitucionalismo.
La participación sube en las cuatro provincias, sobre todo en Barcelona y Tarragona, con un repunte de cinco puntos. La primera es la más poblada y se reparten 85 de los 135 en juego. En 2015 el independentismo se llevó 39 de los 85 diputados, menos de la mitad. En Tarragona ganaron en 2015 los partidarios de la república, pero sólo por un escaño. Se trata de las provincias más pobladas, urbanas y jóvenes. Las menos independentistas.
El primer avance, hecho público en torno a las 14:00 horas, mostraba una caída de la participación en estas dos provincias, algo que puede deberse a que es jueves y por primera vez se celebran unas elecciones en día laborable, por lo que muchos electores pueden haber decidido acercarse a los colegios después de trabajar.
La participación sube menos en feudos independentistas
Un repaso a los resultados de participación muestra que el repunte es menor en las comarcas que en 2015 se convirtieron en un feudo independentista.
Por ejemplo, en Pla de l'Estany (Girona), donde en 2015 un 83% votó independentismo, subió sólo un punto y medio. En Garrotxa (Girona), Pallars Sobirà (Lleida) y Berguedà (Barcelona), con un 78% de voto independentista en 2015, subió menos de dos. Lo mismo ocurrió en Osona (Barcelona), con un 77% de votantes independentistas. En Ripollés (Girona), con un 74%, o en Priorat (Tarragona), con casi un 80%, la subida no llegó a los tres puntos.
En el otro lado de la balanza se encuentran las comarcas donde el constitucionalismo tuvo mejores resultados en 2015. En esas, la mayoría en el cinturón de Barcelona, el repunte es importante. En el Baix Llobregat, donde viven casi 600.000 personas, el repunte es de más de cinco puntos. En Barcelonés, la comarca de la capital, con 1,5 millones de censados, la subida es de casi seis. Lo mismo ocurre con Tarragonés y Baix Camp (Tarragona) y un poco menos en las comarcas barcelonesas del Vallés.
En Santa Coloma de Gramenet, Hospitalet o Badalona, localidades donde partidos como Ciudadanos y PSC son más fuertes, la participación subía siete puntos a primera hora de la tarde.
¿Qué quieren decir estos datos?
Aún con un dato de participación alto, los datos apuntan a que el repunte proviene sobre todo de zonas donde el independentismo pesa menos y, por lo tanto, podría dibujar una recuperación de las posiciones constitucionalistas.
Pero la traducción en escaños es más compleja y las zonas rurales, donde la participación ha aumentado menos, el escaño se consigue con menos votos, gracias a una ley electoral que tradicionalmente ha beneficiado al nacionalismo.
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