Hay mensajes reveladores. El pasado 29 de diciembre, el número dos de Podemos, Pablo Echenique, publicaba varios tuits en los que reclamaba al PSOE que "deje la táctica política y ponga el bienestar de la gente por delante" y recordaba que está pendiente "echar a Rajoy". Palabras que evidencian cómo Pablo Iglesias y los suyos van a insistir en pedirle a Pedro Sánchez un viraje y, si éste no se produce, redoblarán su ofensiva contra los socialistas.
Durante la crisis política de Cataluña, los encontronazos entre Podemos y el PSOE han sido una constante. Sus estrategias distan demasiado en ámbito territorial. Desde la formación de los círculos se acusa sin ambages al PSOE de conformar un "bloque monárquico" junto a PP y Ciudadanos por la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Iglesias y Sánchez llevan semanas sin hablar. Y, en este contexto, en el partido de los círculos ya ven casi imposible poder llegar a acuerdos relevantes con el PSOE en este 2018 que ahora comienza.
"Ya no es el socio preferente"
Casi todos los puentes están rotos. Sin ir más lejos, José Luis Ábalos, portavoz del PSOE, afirmaba antes de acabar 2017 que Podemos ya no era "su socio preferente" aunque podrían llegar a "acuerdos puntuales". La respuesta de Podemos llegó, como se ha dicho, mediante tuits de Echenique contra la estrategia del PSOE.
Estos choques dialécticos, cada vez más habituales, demuestran que el alejamiento entre PSOE y Podemos no deja de crecer. El propio Iglesias admitía, en el último Fort Apache del año pasado, que ahora ve muy negro llegar a acuerdos con el PSOE, mientras que solo hace unos meses, allá por junio y julio, tras la victoria de Sánchez en las primarias frente a Susana Díaz, el líder de Podemos veía "inminente" formar un "gobierno de progreso" hilvanado por ambas formaciones en el Congreso porque "los números daban".
Un deterioro paulatino
Lo cierto es que según han ido pasando los meses, y sobre todo con la crisis catalana, esta posibilidad de desalojar al PP del Gobierno se ha ido marchitando poco a poco. Ahora, parece directamente imposible. O así lo ven la mayoría de los dirigentes de Podemos, ya resignados a olvidarse de ese "gobierno de progreso". La duda estriba ahora en cuánto tardarán Iglesias y los suyos en utilizar toda la artillería contra Sánchez. Hasta ahora, siempre le han presionado con críticas, sí, pero dándole el beneficio de la duda.
Durante esta época de deterioro paulatino de las relaciones, en Podemos se han ido convenciendo de que el probable viraje de Sánchez para echar a Rajoy es menos que improbable. Sobre todo, por la situación política que se vive en Cataluña. Por ello, trabajan ya con la hipótesis de redoblar sus ataques a los socialistas para intentar en las municipales de 2019 aquel sorpasso que no llegó en 2016. Una estrategia que pasa por desnudar al PSOE como parte de ese "bloque monárquico" y por acrecentar el discurso contra la corrupción y por los derechos sociales.