Que en el PSOE existe una división sobre la educación catalana en lo que a inmersión lingüistica se refiere es algo más que evidente. Si durante la jornada sabatina tres de los barones territoriales con mayor renombre como Javier Lambán, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara expresaron públicamente su adhesión al plan del PP de que los padres de los niños catalanes puedan elegir la lengua en que serán educados sus hijos, hoy Miquel Iceta y Núria Marín han dejado bien claro que su modelo es el de la inmersión lingüistica, el que defiende Pedro Sánchez para Cataluña.
Durante la inauguración de la nueva sede del PSC, el líder de los socialistas catalanes ha sido contundente: "No permitiremos que los niños sean divididos por razón de lengua". Iceta elimina así cualquier posibilidad de adhesión al plan del Partido Popular de que el castellano sea lengua vehicular en la edicación catalana. De hecho, ha ido más allá, argumentando que siempre defenderá "una escuela catalana en la que el catalán sea el centro de gravedad, pero con el objetivo de que al acabar la enseñanza obligatoria los niños dominen bien las dos lenguas".
Iceta, tras el acto de inauguración -la sede llevará el nombre Joan Reventós, candidato en las primeras elecciones autonómicas de 1980-, ha indicado que la postura del PSC pretende "evitar el desastre" de una educación duplicada, con los niños separados en aulas en función de la lengua vehicular que elijan los padres.
Mucho más allá fue Núria Martín. La alcaldesa de L’Hospitalet, en una entervista en Rac1, en el programa Via Lliure, ha defendido con vehemencia el modelo de inmersión lingüística -en gran medida se trata de un proyecto del socialismo catalán, pues los primeros gobiernos de CiU apostaron en su momento por una doble línea-: "Es un modelo de éxito, que no segrega, que integra y cohesiona".
Martín, sin embargo, ha querido dejar claro a los barones que lo que suceda en Cataluña es cosa del PSC: "Lo que vale es lo que dice Pedro Sánchez, con todo el respeto por el resto de compañeros socialista. [...] Lo que puedan decir el Lambán y otros compañeros a mí no me sirve".
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