Pedro Sánchez viajará este fin de semana a París y acabará así con la tradición de los presidentes de Gobierno desde Felipe González de que su primer viaje al extranjero sea a Marruecos. Así lo ha anunciado el jefe del Ejecutivo en una entrevista concedida a TVE en la que también ha anunciado que no adelantará las elecciones y que prevé convocarlas en 2020, cuando finaliza la legislatura.
Sánchez viajará el sábado a París para verse con Emmanuel Macron, el presidente galo, una de las sorpresas políticas de los últimos años, que goza de una gran popularidad e imagen europea. El viaje es en sí mismo un mensaje y rompe con la tradición, iniciada en 1983 por Felipe González, de viajar a Marruecos. Esa costumbre la han mantenido después José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Antes que González, Leopoldo Calvo Sotelo viajó a Alemania y Adolfo Suárez también a París, unos días después de ser nombrado por el rey.
La decisión confirma lo dicho por Sánchez en su discurso en la moción de censura cuando anunció que su Gobierno sería "europeísta". En estos momentos, ningún nuevo líder representa mejor el éxito electoral y el europeísmo que Macron, que además es de una generación más cercana a la de Sánchez. El presidente ha anunciado que también prevé ver pronto a Angela Merkel en Berlín y a Antonio Costa en Portugal.
Para más adelante quedará Marruecos, en concreto para el "segundo semestre". Sánchez prioriza así los aliados europeos al tiempo que manda un mensaje a Rabat, acostumbrado a presionar a España con asuntos como la política migratoria. Si en estos días han llegado inmigrantes a España por centenares, superando mucho a los rescatados que viajaban en el barco Aquarius es, según varias fuentes, por la relajación de los controles migratorios por parte de Marruecos.
En ese sentido, la presión podría no haber surtido efecto, ya que el cambio de prioridades en política exterior podría ser visto incluso como un desaire en la capital alauí.
Hasta hace una semana, Sánchez trabajaba con Marruecos como primer destino, según informó este periódico tras consultar fuentes muy cercanas al presidente y a cargo de su agenda internacional. Pero a Sánchez no hay que subestimarlo. Tampoco en la política exterior.