Pedro Sánchez quiere agotar la legislatura y no tiene en mente adelantar las elecciones generales. "Aspiro a convocar las elecciones en el 2020. Normalización significa gobernar con el Congreso y con las comunidades autónomas para regenerar la vida democrática", ha asegurado en su primera entrevista como presidente del Gobierno, concedida a TVE.
Las últimas elecciones generales fueron en junio de 2016. Fue la primera vez que se repitieron los comicios tras el bloqueo político surgido de las de diciembre de 2015. Por lo tanto, la legislatura se agota, salvo que el presidente disuelva las Cortes, en junio de 2020, que es cuando Sánchez confía en preguntar de nuevo a los españoles quién quiere que los gobierne. Hasta ahora, especialmente antes de llegar a la Moncloa, el PSOE aseguraba que convocar elecciones estaría entre sus prioridades una vez acometidas algunas reformas.
Al anuncio del presidente, hecho al principio de la entrevista, siguió otro de gran calado en Cataluña. Sánchez ve "razonable" acercar a los políticos en prisión por rebelión en las cárceles madrileñas de Estremera, Alcalá Meco y Soto del Real.
Esos reclusos podrían estar pronto "cerca de sus familiares y cerca de los letrados". El "derecho a la defensa" se tiene que "ejercer y materializar", según él, pero una vez su situación sea "sustancial". Es decir, o bien cuando se confirme el procesamiento o cuando sean juzgados. Tampoco ha aclarado el presidente si el acercamiento sería a cárceles catalanas o a prisiones cercanas. Cataluña es la única comunidad autónoma con competencia en prisiones.
En cuanto a la normalización de las relaciones con Cataluña, Sánchez ha confirmado que se reunirá con Quim Torra en el marco de una ronda de contactos con todos los presidentes autonómicas. Sánchez espera que el encuentro con el president de la Generalitat sea a principios del mes de julio en el palacio de la Moncloa, pero antes lo verá, este jueves, en Tarragona, adonde acudirá junto al rey Felipe VI para inaugurar los Juegos del Mediterráneo.
Viaje a París
Sánchez tiene previsto comenzar a desplegar muy pronto su agenda internacional. Este fin de semana viajará a París para ver al presidente francés, Emmanuel Macron. Romperá así la tradición de que el primer viaje sea a Marruecos, a cuyo primer ministro Sánchez efectuó su primera llamada desde la Moncloa. A Marruecos espera ir "en el segundo semestre" del año, cuando las agendas cuadren.
El presidente también se ha referido a la crisis de gobierno más rápida de la historia, la protagonizada por Maxim Huerta, el ministro de Cultura que dimitió tan solo seis días después de que se formara el Ejecutivo. ¿Lo habría nombrado si el ministro le hubiese informado de sus problemas con Hacienda? "Probablemente no", ha respondido, no sin recordar que se trata de algo que está en el "pasado".
Sánchez también se ha comprometido a sacar a Francisco Franco del Valle de los Caídos, como han venido confirmando diversos portavoces de su partido y ministros de su Gobierno. "Veremos la fecha y el momento", ha dicho, enfriando los anhelos de los que esperan que se produzca de inmediato.
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