El Real enloquece con la soprano Lisette Oropesa en una violenta Lucia de Lammermoor
- El estreno de Lucia de Lammermoor, la última ópera de la temporada, pone en pie al público gracias a la voz y la potencia dramática de la cantante norteamericana.
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Lucia de Lammermoor es una ópera célebre, que lleva 188 años interpretándose con éxito en todo el mundo, pero por ese motivo las producciones que marcan la diferencia cuentan obligatoriamente con un reparto excepcional, al que la sombra de las grabaciones de las divas (y divos) de la ópera no ensombrezca. La soprano Lisette Oropesa probó este viernes en el Teatro Real tanto la vigencia del título como su propia calidad vocal y dramática con su interpretación en Lucia de Lammermoor.
Oropesa cosechó, tanto tras la célebre escena de la locura (cuando se pasa 15 minutos cantando tras asesinar a su marido en la noche de bodas) como en los saludos finales una enorme ovación, bastante poco propia de los estrenos del Teatro Real, a menudo contenidos en entusiasmo, cuando no directamente fríos.
Pero la soprano norteamericana probó su espléndido instrumento vocal, su control de la dinámica y su conexión con sus evidentes capacidades interpretativas, que en esta producción, especialmente oscura y violenta, la hacen aparecer con un camisón totalmente ensangrentado. Su éxito en el papel la precede gracias a teatros como la Royal Opera House de Londres, donde lo interpretó el año pasado.
Oropesa estuvo al borde del bis, algo muy poco frecuente en cualquier teatro, también en el Real. Y éste parecía provocado por el entusiasta director musical, Daniel Oren, que aplaudía y animaba desde el coro.
El tenor Javier Camarena, entrevistado por EL ESPAÑOL un día antes del estreno, también logró una gran ovación por su papel de Edgardo, el enemigo de la familia y enamorado de Lucia. No así el equipo responsable de la escena, liderado por David Alden, un reputado director teatral que sin embargo parece no convencer al público madrileño.
Lucia de Lammermoor se estrenó este viernes y estará en cartel hasta el 13 de julio con 15 funciones ambientadas en un sanatorio victoriano que pretende servir como trampolín para la locura que Oropesa supo contagiar a la audiencia. El próximo 7 de junio se verá en directo en pantallas gigantes en Madrid y en localidades de 40 provincias.