Casado denuncia que un censo tan raquítico beneficia a Santamaría y Cospedal
"Si no somos capaces de ilusionar a nuestros propios afiliados, ¿cómo vamos a ser capaces de ilusionar a nuestros propios votantes?"
27 junio, 2018 02:16Noticias relacionadas
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La sorpresa ha sido mayúscula. Sólo 66.384 de los 869.535 militantes que en teoría tiene el PP se han inscrito para votar por el que quieren que sea el próximo líder del primer partido de España. Pero o el censo oficial está infladísimo o la batalla por el liderazgo no interesa. O las dos cosas.
Lo que parece claro a ojos de Pablo Casado es que el PP corre el serio riesgo de dejar de ser el primer partido de España y que se confirmen las encuestas que lo sitúan en segundo lugar, cuando no en tercero, como la última de este periódico.
En una de sus muchas comparecencias ante los medios, Casado reconoció este martes su desilusión por la cifra de inscritos. "La noticia es malísima. Si no somos capaces de ilusionar a nuestros propios afiliados, ¿cómo vamos a ser capaces de ilusionar a nuestros propios votantes?", se preguntó.
Hay en Casado y su discurso muchos pequeños detalles que recuerdan a Pedro Sánchez y su resurrección contrapronóstico en el PSOE, hace ahora poco más de un año. El mensaje de autocrítica sin ambajes sobre la situación del partido, ausente en las dos favoritas, su identificación como candidato ajeno al aparato (a pesar de que ha formado parte de él desde hace años), su apuesta por la movilización online y, por supuesto, su identificación con las bases, algo que en realidad dicen todos.
En eso, Casado cree estar leyendo bien la "nueva política" de la que él también quiere ser padre. No en vano, no sólo en el PSOE (o en el nacimiento de Podemos y Ciudadanos) ha funcionado el mensaje antiestablishment y las campañas-movimiento sino que campa a sus anchas en el mundo, comenzando por la Francia de Emmanuel Macron, los EEUU de Donald Trump o el Reino Unido del Brexit.
Además, Casado insiste en un discurso que haga al PP líder absoluto del centro-derecha frente a Ciudadanos. Como Sánchez frente a Podemos, a quien disputó su espacio ideológico provocando un efecto abrazo del oso que convenció tanto a militantes de siempre como a los que envidiaban las formas del nuevo partido.
El dato de inscritos para votar, reconocido como una mala noticia, puede contribuir a apuntalar su estrategia de campaña. "Me preocupa. Con una baja participación, acaban participando aquellos que están más cercanos al organigrama, que son más vulnerables a las presiones que están sufriendo por parte de algunas candidaturas", advirtió Casado en el Congreso.
En el PSOE, donde no hay afiliados fantasma porque se expulsa al que no esté al corriente de las cuotas (pero tampoco inscripción previa) votaron 149.951 de los 187.782 militantes, rozando el 80% frente al 7% de los inscritos en el PP. Se ha caído el mito, que muy pocos creían ya, de la fortaleza de la militancia del PP. Ahora todo son dudas sobre cuántos son y cuántos quieren estar.
Las beneficiadas
¿Quiénes son los grandes beneficiados del dato de este martes? Fundamentalmente dos: María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, las dos grandes favoritas junto a Casado de una batalla en cuya primera vuelta sólo pasarán dos. Según el equipo de Casado, el dato las beneficia a ellas. A Cospedal porque, como secretaria general del PP, ha tenido mucha mano en la elaboración de las listas. "Y se han escrito poco más que el doble de los cargos públicos que tiene el PP", aseguran. Es como si cada cargo, que le debe estar a Cospedal y repetir al nuevo, hubiera inscrito a un familiar para votar, explican.
Pero no sólo Cospedal ha tenido poder sobre las listas y los aparatos sino que la soterrada guerra con Santamaría y el posicionamiento (por filias y fobias) de buena parte del partido ha dado también su cuota de influencia a la exvicepresidenta, por ejemplo en federaciones como Andalucía. En ese sentido, Santamaría también podría verse beneficiada.
Un nuevo censo
"La inscripción dificulta la participación", según Casado, que ha pedido al menos que se vuelva a abrir el plazo de inscripción para dar más tiempo a los afiliados que no estén al corriente de sus cuotas para saldar las deudas pendientes o al menos 20 euros, un requisito imprescindible para votar. "Si un afiliado tiene que ir tres veces para inscribirse, regularizar sus cuotas y votar, al final vota el 7%", según Casado.
"Algo habremos hecho mal". Mientras, la portavoz de Cospedal, Dolors Montserrat, consideraba que los 66.000 inscritos son "muchísimos". Como contraste, Casado pedía de nuevo una refundación ante una cifra que otro candidato, José Ramón García-Hernández, considera un "ridículo". "Me comprometo a depurar el censo y a decir exactamente cuántos afiliados tenemos", dijo Casado.