Pedro Sánchez y Angela Merkel, junto a sus respectivas parejas en el Palacio de los Gazules. Reuters
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La cara de Pedro Sánchez cuando estrechó la mano de Angela Merkel a la puertas del Palacio de los Gazules de la Fundación Medina Sidonia de Sanlucar de Barrameda había cambiado sustancialmente. El presidente del Gobierno recibía a la canciller alemana para tratar asuntos como las políticas migratorias den Europa o la crisis desatada en Turquía tras el hundimiento de la lira. Sin embargo, minutos antes, cuando el líder del PSOE había llegado junto a su mujer no hubo tantas sonrisas.
Pitada a Pedro Sánchez en Sanlucar de Barrameda
Quizás no fueran demasiados, pero sí ruidosos. Eran las 12:42 horas cuando Sánchez y Begoña Gómez, su esposa, llegaron al palacio, momento en el que algunos de los congregados han protestado contra el desalojo de pisos ocupados. En Sanlúcar de Barrameda se han creado en los últimos años varias corralas, con familias con escasos recursos económicos, que han okupado promociones inmobiliarias vacías.
Una pitada que se dejó escuchar también cuando llegó Angela Merkel. La canciller alemana, que permanecerá en Doñana, en Las Marismillas, también este domingo, tratará con Pedro Sánchez los temas centrales de la agenda europea, como la política migratoria y de defensa, la unión monetaria y económica y el pilar social de la UE, para avanzar en una posición y estrategia comunes.
Se trata del segundo encuentro bilateral entre ambos, después del mantenido el 26 de junio en Berlín, aunque se han encontrado en otras tres ocasiones en Bruselas.
