La implementación de medidas para la integración de los migrantes es fundamental para evitar problemas como "rupturas en la convivencia" o la "radicalización". Ese es el precepto en el que sustenta un informe de seguridad que ha llegado a dependencias de La Moncloa. Un documento que pone el foco en las mafias que se llenan los bolsillos con el transporte de personas hasta nuestras fronteras pero que también incide en los "desafíos específicos" que puede supone la "presión migratoria" en la sociedad española.
Las estadísticas reflejan una evolución creciente en los últimos 5 años, de acuerdo a los datos que maneja el Ministerio del Interior. En 2013, 7.121 migrantes llegaron hasta España; 12.548 lo hicieron en 2014; 16.851, en 2015; y 14.558 en 2016. Las cifras se disparan hasta las 28.572 personas en 2017 y se espera que en 2018 se superen de nuevo las cotas marcadas en los años anteriores.
El Departamento de Seguridad Nacional, órgano de asesoramiento del presidente del Gobierno, recoge algunos de los retos relacionados con los flujos migratorios en su Informe anual de seguridad anual 2017. Pese a las imágenes registradas en las últimas semanas en la frontera de Ceuta -con dos saltos masivos en los que resultaron heridos casi una treintena de guardias civiles-, la mayoría de entradas se producen por vía marítima.
"En este contexto, es de destacar la fuerte presión migratoria que sigue pesando sobre Ceuta y Meilla y el notable aumento en el número de solicitudes de protección internacional, que seguirá requiriendo un importante esfuerzo, para ofrecer una respuesta eficiente", detalla el informe del DSN, departamento que depende exclusivamente de Presidencia del Gobierno pero que bebe de los datos de cuerpos policiales y servicios de inteligencia.
Empleo y educación
También habla de mafias de tráfico de personas que emplean nuevas tecnologías para seguir enriqueciéndose con el crimen organizado. Alcanzar acuerdos de cooperación con terceros Estados, de origen y de tránsito -el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se reunió este jueves con el presidente senegalés- es una de las claves para actuar la ordenación de los flujos migratorios, siempre siguiendo las conclusiones del informe.
Pero el DSN detalla los "desafíos específicos" que representa para España la integración de los migrantes. Ante esta situación, sugiere la implementación progresiva de un modelo para "evitar rupturas en la convivencia y garantizar la cohesión social". También alerta del "riesgo de radicalización" que puede producirse en el caso de que no se produzca dicha integración.
En estos aspectos, el informe sugiere que el acceso al mercado de trabajo es "clave" para garantizar la cohesión social, todo ello mediante "políticas activas de empleo y el refuerzo de la educación en el caso de las segundas generaciones en el futuro". Según informa, "solo una pequeña parte" de las segundas generaciones alcanza la educación post-obligatoria y la Universidad: "La implementación de programas específicos de formación y el refuerzo educativo para evitar el fracaso escolar se erigen como medias necesarias en el corto y medio plazo".
Fuentes de seguridad advierten a EL ESPAÑOL que esa problemática ya se ha reproducido en otros países vecinos, como Reino Unido, Francia o Bélgica, donde no se ha producido una integración de la segunda generación. La sensación de desarraigo -no se sienten ni del país de sus padres ni de aquel que habitan- es caldo de cultivo para que se produzcan los procesos de radicalización yihadista.
Noticias relacionadas
- Marruecos evita comprometerse a aplicar el acuerdo de readmisión de inmigrantes
- El Gobierno reconoce un aumento exponencial de la inmigración pero niega un “efecto llamada” del Aquarius
- Prisión para los dos cabecillas del salto violento a la valla de Ceuta en julio
- Marlaska justifica la devolución de 116 migrantes a Marruecos: "No pidieron protección"
- Detenidos 10 inmigrantes como organizadores del salto violento a la valla de Ceuta en julio