"No hay dos sin tres", decía con una sonrisa Fernando Martínez Maíllo, ex número tres del PP este miércoles, nada más poner un pie en el Congreso de los Diputados. Se celebraba la primera sesión de control al Gobierno horas después de la caída de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por las supuestas irregularidades y plagio en su máster en la Universidad Rey Juan Carlos.
Pero su nuevo jefe de filas, Pablo Casado, no preguntó por ese asunto a Pedro Sánchez. Tampoco el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Fue Albert Rivera. "Hay dudas razonables sobre la publicación de su tesis doctoral. Usted es una de las pocas personas que hace una tesis doctoral y la oculta", ha dicho. "Si usted quiere disipar dudas, haga pública su tesis", ha exigido en una pregunta sobre la universidad pública a raíz de una ley de Ciudadanos vetada en el Congreso.
En su respuesta, en los pocos segundos que le quedaban para responder, Sánchez arremetió contra el presidente de Ciudadanos por convertir la política en un "lodazal".
Sánchez había explicado antes que, para él, este martes fue un día muy complicado. "Para mí ayer fue un día en lo personal complicado. Difícil, porque he perdido a una amiga que estaba haciendo una extraordinaria labor como ministra", dijo, cosechando un aplauso de su bancada.
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