La no invitación del ministro de Exteriores, Josep Borrell, al president de la Generalitat, Quim Torra, al foro de la Unión por el Mediterráneo (UpM), que se celebrara este lunes en Barcelona, ha derivado en un enfrentamiento institucional.
Borrell aseguró que no lo hacía para "no darle un escenario apropiado para que siguiese vilipendiando el buen nombre de España".
"El Ministerio de Asuntos Exteriores ha considerado no invitarle para no darle un escenario apropiado para que siguiese vilipendiando el buen nombre de España y para que no distorsionase esta reunión, convirtiéndola en algo distinto a lo que debe ser", recalcó.
Por su parte, el presidente catalán, Quim Torra, ha respondido irónicamente sobre el "noble y elegante gesto" de Borrell hacia el "presidente del país donde nació".
"Realmente, otro de los nobles y elegantes gestos del señor Borrell, en este caso hacia el presidente del país donde nació. No se preocupe, señor Borrell, ya haré llegar mi discurso a todos los asistentes", ha escrito Torra en un mensaje a través de Twitter.
El Departamento de la Presidencia de la Generalitat ha acusado también al ministro de Asuntos Exteriores de querer "silenciar" al presidente catalán y de una "falta al respeto institucional" hacia el Govern, y ha explicado que Torra enviará igualmente la intervención que tenía previsto hacer en este foro a todos los representantes de la UpM.
De hecho, ha indicado que al primer foro euromediterráneo celebrado en Barcelona el presidente de la Generalitat tampoco fue invitado y, en el que se celebró el año pasado, el entonces president, Carles Puigdemont, "se invitó a la reunión", mientras que "en esta tercera no hemos considerado oportuno invitar" a Torra.
El 23 de enero de 2017, Puigdemont no participó en los debates del foro euromediterráneo, aunque sí intervino al inicio para dar la bienvenida a los asistentes a la cumbre celebrada en el Palau de Pedralbes de Barcelona, donde afirmó que "Cataluña es un socio comprometido y con amplia experiencia mediterránea" ante los "desafíos que tiene Europa" y un "país de acogida" para refugiados.
Tres crisis graves
Por su parte, la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, ha reclamado un avance real en la resolución de conflictos que dé prioridad a la integración y supere el escenario de "confrontación militar" actual, provocado, en muchas ocasiones, por decisiones políticas.
Según ha reconocido en la apertura del foro de la UpM, los ciudadanos tienen la sensación de que los políticos están fallando, de que la democracia "no está cumpliendo", por lo que es necesario dar un paso más en las dinámicas de diálogo.
"Actualmente tenemos tres crisis muy graves: la guerra de Siria, Libia y el conflicto de Israel y Palestina, cuya resolución se está desmantelando pieza por pieza. En todos ellos prevalece la confrontación militar, fruto, muchas veces, de decisiones políticas, y la integración no goza de prioridad", ha lamentado.
En este mismo sentido, Borrell ha alertado de que la resolución del conflicto entre Israel y Palestina "corre el riesgo de convertirse en pura retórica".
"Su centralidad hace que una solución sea más urgente que nunca. Hay que recuperar ya el proceso de paz hacia una solución de dos Estados viviendo en paz y seguridad, porque es la única capaz de garantizar una paz justa y duradera", ha remarcado.
El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, copresidente de esta organización, que agrupa a 28 países de la Unión Europea y 15 de la ribera sur del Mediterráneo, ha reconocido que la región "está mucho peor que hace diez años".
En este tiempo se han desatado numerosas crisis, como la guerra de Siria, y los organismos internacionales "han fracasado al abordarlas", ya que han sido tratadas desde un ángulo puramente económico y ajeno al diálogo político.
En su tercer encuentro, la UpM ha reafirmado su compromiso para promover estrategias de cooperación y creación de empleo a través de proyectos "reales" dirigidos a "personas".
Desde su creación, en el año 2008, esta organización, que celebrará un nuevo foro en 2019, ha impulsado medio centenar de proyectos valorados en 5.000 millones de euros, entre los cuales figura la construcción de una planta desalinizadora en Gaza que abastecerá de agua potable a cerca de dos millones de personas que beben de un acuífero contaminado.
Noticias relacionadas
- El diccionario xenófobo de Quim Torra, de la A a la Z
- Borrell manda a los embajadores el discurso de Morenés ante Torra como modelo de reacción
- Torra califica de "pésimo" a Borrell como ministro y avisa a Sánchez: "Empezamos mal"
- La incitación de Torra a la violencia que se desencadenó anoche deja sin espacio a Sánchez