El rival de Bescansa en Galicia: "Quien quiera ver su trabajo, que mire las estadísticas"
Antón Gómez-Reino, candidato a dirigir Podemos Galicia frente a Carolina Bescansa. "Galicia no quiere ahora mismo ejercer su derecho a la autodeterminación" | "Las instituciones están perfectamente diseñados para que te olvides de las demandas de la gente".
22 octubre, 2018 18:13Noticias relacionadas
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¿Qué ha aprendido en el Congreso?
[Se lo piensa durante varios segundos] He aprendido que las instituciones están perfectamente diseñados para aislarte de las realidades sociales a las que perteneces, de tu comunidad política, familiar o de amigos. Estos muros están pensados para que te acabes olvidando de lo que son las demandas mayoritarias de la gente. Debemos tener un pie en la institución y otro en el barrio, en la panadería, en la guardería de nuestros hijos y todos los espacios que nos hacen entender las demandas de la ciudadanía.
Antón Gómez-Reino (A Coruña, 1980), lleva poco menos de tres años como diputado y ya sufre los que, según él, son efectos secundarios de la política institucional. Atiende a este periódico en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso, una imponente y enorme estancia enfrente al hemiciclo, donde pinturas de 28 políticos clave del siglo XIX español lo observan con gesto rotundo desde las alturas cuando, muy a menudo, acude allí a hablar por teléfono.
Es diputado de En Marea en el Congreso de los Diputados y el jueves de esta semana aspira a convertirse en líder de Podemos en Galicia. Eso, si logra batir a otra diputada, Carolina Bescansa, que cuenta con un perfil con más proyección pública y que quiere liderar la formación tras enemistarse con Pablo Iglesias.
En Galicia, Podemos tiene que convivir con las conocidas como Mareas, de izquierdas y nacionalistas, que cuentan con alcaldes propios en A Coruña, Santiago y Ferrol. La convivencia no es sencilla y en ella late tanto una lucha por el poder como por el proyecto. La división del centro izquierda brinda al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la última mayoría absoluta en una autonomía en España. En 2016 batió a Ciudadanos (que no logró representación) y compitió con En Marea, el PSdeG-PSOE, y el BNG. Cada uno iba por su lado. Quizás en 2020, Feijóo tenga que competir con Gómez-Reino, pero antes están las elecciones municipales y autonómicas, en poco más de ocho meses.
¿Qué puede aportar usted que no ofrezca Carolina Bescansa?
Para empezar, conocimiento del país, la experiencia de llevar mucho tiempo trabajando en él. El proyecto de Podemos Galicia afronta retos muy importantes a partir del día 25 y es muy importante que el proyecto que construyamos genere confianzas, tanto en los aliados que tenemos en Galicia como en la dirección estatal. Hay que saber llegar a acuerdos.
¿No conoce Carolina Bescansa Galicia?
Se lo tendrían que preguntar a ella. Lo que yo sé es que nosotros ponemos sobre la mesa un proyecto con horizonte y desde y para Galicia.
¿Ha trabajado Bescansa por Galicia en estos años desde Madrid?
No me corresponde a mí responder a esta pregunta. En estos dos años y medio mi trabajo recoge más de 200 iniciativas entre preguntas parlamentarias y proposiciones no de ley. He trasladado en la tribuna del Congreso esta misma semana [por la anterior], pero también en sucesivas ocasiones, todos los problemas de la agenda política gallega. Quien quiera revisar el trabajo de Carolina Bescansa, que mire las estadísticas [figuran dos en esta legislatura].
Hasta el PP utiliza a veces el discurso Galicia como centro de decisión frente a Madrid. En su caso es al contrario: ofrece como reclamo que se lleva bien con Pablo Iglesias. ¿Cómo debe estructurarse la relación para que no sea usted el candidato de Iglesias ni alguien que le genere un conflicto desde Galicia?
La fotografía de la organización que queremos construir es plurinacional y el eje central es la democracia. Ponemos ambas cosas sobre la mesa y, por lo tanto, tenemos que construir un Podemos Galicia que tome decisiones propias. Eso es algo que se va a entender desde Galicia, pero también desde Cataluña, Andalucía o Madrid. Pero ese concepto de plurinacionalidad tiene que ver con saber llegar a acuerdos y tener una buena relación, de igual a igual, con la dirección estatal.
¿Es usted el candidato de los alcaldes de las Mareas?
Soy un candidato que creo que genera confianza, tanto en la dirección estatal, como en nuestros aliados en Galicia, como en las bases y cargos orgánicos. El mandato de unidad no lo es los inscritos de Podemos sino también de la ciudadanía que o bien nos vota o es sensible a lo que le planteamos. Nos dicen: “Tenéis que madurar y ser capaces de llegar a acuerdos”.
Si usted gana el 25, ¿dejará el 26 el escaño para ir a trabajar a Galicia?
Ahora tengo dos responsabilidades: continuar con mi trabajo como diputado en estas semanas y, sobre todo, acabar con un buen acuerdo en materia presupuestaria para las mayorías sociales del Estado y en particular para los gallegos. En segundo lugar, espero tener una responsabilidad, que es dirigir Podemos Galicia. A partir de ahí, estará todo abierto. Está claro que el trabajo de dirigir Podemos Galicia no se puede hacer en los fines de semana. Los desafíos son de una importancia tremenda.
"¿Diputado hasta los Presupuestos, pues?
Voy paso a paso. Creo que ahora la demanda prioritaria de los 300.000 gallegos que nos votaron es que llevemos sus demandas al Congreso y que hagamos bien el trabajo presupuestario.
¿Cuál es el principal problema de Galicia?
La principal virtud es lo más importante. Más allá de lo que se dice sobre la economía, somos un país rico. Lo que nos falta es generar riqueza y repartirla. En segundo lugar, somos un país avanzado. Muchas veces se da de nosotros una foto de un país atrasado políticamente y para nada es así. El espacio del cambio es el que gobierna más ciudades. Eso no se da en ningún otro territorio del Estado. Gobernamos en más ciudades que el PP y el PSOE. ¿El problema? Abordar la transformación de un poder político que lleva 20 años completamente atravesado por dinámicas clientelares y un tejido productivo que no se ha sabido irrigar y fomentar de la manera necesaria. Pero hay una Galicia que crea riqueza, empleo, alternativas de trabajo dignas. Esa es la que hay que atender. Hay que potenciar la innovación, las universidades y los servicios públicos.
Si no se da en ningún sitio que su espacio político gobierne en las principales ciudades, no hay ninguna comunidad autónoma en la que haya una mayoría absoluta. La tiene Alberto Núñez Feijóo. ¿Puede la alternativa al PP articularse con su división actual?
Esa mayoría social y política ya existe y quiere cambio. Los que somos cargos públicos tenemos una responsabilidad grandísima: la de ofrecer una alternativa electoral fuerte a esa mayoría que ya está constituida en nuestra sociedad. Cada día se manifiesta en movilizaciones y en iniciativas.
¿Se vería como candidato a la Xunta?
Insisto, tengo dos responsabilidades: continuar con mi trabajo trayendo las demandas de los gallegos al Congreso y, en segundo lugar, dirigir Podemos Galicia a partir del día 25. Estoy convencido de que encontraremos entre todos al mejor candidato. En Podemos Galicia, eso lo van a decidir los inscritos.
¿Se puede defender a Galicia en el conjunto del Estado sin ser nacionalista?
Nosotros ponemos sobre la mesa un partido que se parece a Galicia y, por eso, nuestras demandas son de total sentido común. Cuando esta semana interpelé a la ministra de Política Territorial sobre las demandas de los gallegos quise dejar claro que las demandas de los gallegos son perfectamente entendidas y asumidas en Cataluña, País Vasco o Andalucía. Todo el mundo entiende que el sector pesquero gallego tiene que tener representación en la Unión Europea. Todo el mundo entiende que el sector lácteo tiene que liderar en el Estado. Todo eso va más allá de nuestra identidad nacional, que es evidente. Pero nuestra propuesta implica que si a Galicia le va bien, al conjunto del Estado español le irá bien.
¿Envidia al nacionalismo en Euskadi o en Cataluña, que ha sido históricamente capaz de condicionar la política y hasta los gobiernos del Estado?
No me corresponde hablar de tiempos pasados sino del presente.
¿Tiene Galicia derecho a la autodeterminación?
No es una cuestión de Galicia. El derecho a decidir es siempre importante, pero para todo. Hablamos de derecho a decidir con unos presupuestos participativos en un Ayuntamiento o para que la gente decida de una manera más cotidiana y habitual de la Xunta. Si hay territorios que quieren expresarse mayoritariamente a ese respecto, creo que es bueno que se le dé el cauce democrático. En Galicia, ahora mismo no se da esa situación.
¿Está contento entonces con el encaje constitucional de Galicia?
No estamos contentos. El encaje se ha quedado pequeño, no sólo en lo territorial sino en todo, también en el blindaje de los servicios sociales. Nosotros siempre decimos que Galicia no es ni más ni menos que nadie. Por lo tanto, si no es más que Cataluña, tampoco es menos.