La antigua pareja de la expresa de ETA Sara Majarenas, Stylianos Messinezis, estaba en prisión por acuchillar a la hija de ambos cuando ésta tenía 2 años, ha quedado en libertad provisional por decisión del Juzgado de Instrucción de Picassent (Valencia), según ha confirmado a Efe la abogada de la exreclusa.
La misma fuente ha precisado que la juez alega en su auto que la prisión provisional es una "medida excepcionalísma" y que la instrucción se ha excedido en el tiempo por causas ajenas al juzgado, y establece medidas cautelares como una orden de alejamiento y control telemático para el presunto agresor.
La abogada de Majarenas, Onintza Ostolaza, ha señalado que tanto la Fiscalía como su clienta recurrirán la decisión.
La abogada ha declinado hacer más declaraciones a la espera de que este miércoles se celebre una vista para notificar el auto de procesamiento y decidir si el acusado sigue en libertad o vuelve a ingresar en prisión hasta que culmine el proceso en su contra.
Sara Majarenas, condenada a trece años de prisión por su pertenencia al comando Levante de ETA, quedó en libertad el 10 de abril de 2018 tras cumplir la última parte de su pena en un centro de la fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, en Madrid, dependiente del centro penitenciario de Aranjuez.
El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, dictaminó en marzo de 2017 su paso al segundo grado y su traslado al citado centro de Madrid para que pudiera convivir con su hija Izar, tras ser apuñalada por su padre.
El ataque del progenitor de Izar tuvo lugar el 15 de enero de 2017, cuando la expareja de Majarenas acuchilló a la niña durante uno de los fines de semana que pasaba con él. En ese momento, la etarra permanecía ingresada en la prisión valenciana de Picassent, donde vivía con la menor.
La niña logró sobrevivir al ataque de su padre, que se entregó a la policía, pero, al cumplir tres años el 2 de marzo, no podía seguir viviendo con su madre en la prisión.
Por este motivo, el juez decidió otorgar el segundo grado penitenciario a Sara Majarenas y su traslado al centro de acogida de Madrid, después de que la etarra presentara un escrito en el que mostraba su arrepentimiento y reconocía el daño causado por su actividad en la organización terrorista.
El juez tuvo en cuenta las circunstancias excepcionales de este caso y un informe del equipo técnico del juzgado que defendía la necesidad de que madre e hija estuvieran juntas.
Posible venganza por la custodia
Una de las teorías que se barajaron cuando ocurrió el apuñalamiento fue que el padre de la niña se quisiese vengar por conflictos sobre la custodia de la niña. Al cumplir los tres años, su hija ya no podría vivir con Majarenas en la cárcel.
Lo lógico sería pensar que habría ido a vivir con su padre a la pequeña localidad de Benifaiò, donde ocurrieron los hechos. Sin embargo, parece que los padres de la etarra y abuelos de la niña, iban a solicitar la custodia. Ese pudo haber sido el desencadenante.
Actualmente la niña se encuentra bien y vive con su madre en el centro de acogida Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos.
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