El 16 de marzo puede ser una fecha clave para el futuro político de España. Ese día, según el artículo 44 de la ley electoral, concluirá el plazo para presentar coaliciones de partidos para las los comicios del 28 de abril. Unos días después se cerrará el plazo de las candidaturas.
El Senado, la única cámara que puede aprobar la aplicación del artículo 155 de la Constitución que PP y Ciudadanos prometen si llegan al poder, sirve como ejemplo. De presentarse en coalición, PP y Ciudadanos lograrían 123 de los 208 senadores en juego, según la proyección hecha por EL ESPAÑOL en base a la media de las encuestas publicadas hasta ahora. La Cámara Alta la componen 58 diputados más, pero esos son enviados por los Parlamentos autonómicos y no cambiarán el 28 de abril.
Frente a los 123 senadores que obtendrían en coalición PP y Ciudadanos, el PSOE lograría 56. Si el centroderecha concurriese por separado, cada partido con sus propias siglas, el resultado daría un vuelco. El PSOE ganaría en el Senado, con 97 escaños. El PP obtendría 75 y Ciudadanos, 5.
La explicación a la enorme diferencia entre presentarse juntos o separados hay que encontrarla tanto en la ley electoral, que en España sigue el sistema d'Hont, como en la particularidad de la elección al Senado, los únicos comicios donde el votante puede elegir uno a uno a sus representantes incluyendo nombres de diferentes partidos. Aunque el elector tiene la posibilidad de seleccionar a sus favoritos y mezclar partidos, en la práctica reparte poco el voto, algo tenido en cuenta en esta estimación.
La división daría la mayoría al PSOE en 18 provincias
De esta manera, la división del centroderecha podría dar al PSOE el control del Senado si suma sus escaños a los de Unidos Podemos y los partidos nacionalistas e independentistas. El Senado cambiaría de color, ya que en la actualidad el PP tiene, él sólo, mayoría absoluta. En caso de conformar una alianza electoral, PP y Ciudadanos lo controlarían ellos solos, escapando a una división letal para sus objetivos políticos. Al menos atendiendo al promedio de las encuestas a día de hoy y su aplicación al Senado.
Según la proyección de EL ESPAÑOL, si PP y Ciudadanos no se presentan juntos, la mayoría bascularía de la derecha a la izquierda en 18 de las circunscripciones.
La posibilidad de una coalición para el Senado, animada por la promesa electoral del 155, fue planteada en EL ESPAÑOL este domingo por el presidente del PP, Pablo Casado, en su primera entrevista concedida a un medio escrito ante el 28-A. "No parece lo mejor que los que nos hemos manifestado juntos en Colón vayamos desunidos a las urnas. Si queremos unir a España en un Gobierno, no deberíamos desunir el voto en las urnas", dijo Casado, asegurando que había planteado a Ciudadanos un pacto descartado de inmediato por el partido naranja.
Si algo así pasa en el Senado, lo mismo ocurrirá potencialmente en las elecciones al Congreso, especialmente en las provincias más pequeñas, con menos diputados a repartir.
Salvo las islas y las ciudades autónomas, en las demás circunscripciones al Senado, que son provinciales, el ciudadano puede optar por cuatro nombres distintos. La proyección podría variar por las consecuencias de la fragmentación política en la manera de votar del elector, pero las dos últimas elecciones, las primeras de la era multipartidista, no mostraron una variación determinante.
En juego la investidura
En el Congreso podría pasar otro tanto, determinando la investidura. Si el PSOE logra aglutinar el voto útil a la vez que Unidos Podemos cae, acusando como un gran peso sus múltiples divisiones internas, entre otros factores, los socialistas maximizarán la capitalización de sus escaños. La mayoría de las encuestas sitúan al PSOE en primera posición, algo que la ley d'Hont premia con más posibilidades de conformar escaños.
Si PP, Ciudadanos y Vox se mueven en una horquilla no muy grande de votos, los tres podrían sufrirlo traduciéndolos en menos escaños. El impacto en provincias rurales y menos pobladas, donde PP y PSOE históricamente se han repartido diputados, podría ser catastrófico. En las más grandes se notaría menos porque la cantidad de escaños también es mayor y eso favorece la proporcionalidad.
La posibilidad es temida por Casado, según confesó en la entrevista con este periódico. "Si yo en Barcelona no voy a hacer una campaña contra Manuel Valls, es irresponsable regalarle escaños al PSOE en aquellas circunscripciones en las que el centroderecha está sólidamente asentado en torno al PP y hay muy pocas opciones de que vascule hacia Vox o Ciudadanos. Es lo que el PSOE está calculando: que esos 20 escaños, que al final son 40 entre los que se lleva uno y se dejan llevar otros, le aporten la diferencia determinante", según el líder del PP.
Noticias relacionadas
- La novatada del senador de Vox: no votó contra los nacionalistas porque le faltó "tiempo"
- El Congreso aprueba la nueva Ley Hipotecaria con reparto de gastos entre bancos y clientes
- La ejemplar respuesta de Ancelotti a Cerezo por su ataque al Madrid y Cristiano
- Casado, en su primera entrevista ante el 28-A: “O cambiamos de Gobierno o nos cambian la Nación”