Luis José Galán González, madrileño de 54 años, penetró hasta las entrañas del yihadismo. Reconvertido a una de las ramas más radicales del islam, ahora se hace llamar Yusuf. Se le investigó por su supuesta implicación con los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, aunque fue absuelto por estos hechos. Y ahora, pasa por el banquillo de la Audiencia Nacional, enfrentándose a una petición de la Fiscalía de 13 años y medio de cárcel contra él por delitos de organización terrorista, autoadoctrinamiento y exaltación del terrorismo; en concreto, le acusan de la primera célula de Al Qaeda desarticulada en España.
Para el Ministerio Público no hay dudas del radicalismo de Luis José, Yusuf Galán. En 2001 fue detenido a instancias del juez Baltasar Garzón en el marco de la operación Dátil por estar integrado en las estructuras de Al Qaeda. Entonces fue condenado a nueve años y medio de prisión. Las pesquisas policiales probaron que Yusuf había abandonado las drogas y se había entregado a la causa yihadista.
Por aquellas fechas viajó a Poso (Indonesia) para encontrarse con un muyahidín de la red Al Qaeda en un campamento de dicha ciudad. A la vuelta de aquél viaje, los agentes que le detuvieron encontraron en su vivienda diversas armas: una escopeta, una carabina, una pistola, abundante munición, machetes, un chaleco anti-fragmentación, revistas relacionadas con armas y fotografías en las que él mismo aparecía como muyahidín.
El madrileño formaba parte de una de las primeras células de la organización yihadista asentadas en nuestro país. Su detención tuvo lugar poco después de los atentados del 11-S, que se cobraron la vida de casi 3.000 muertos. Aquellos ataques cambiaron el paradigma de la geopolítica mundial y el yihadismo, con Osama Bin Laden como cabeza visible, que pasó a ser el principal enemigo para la estabilidad de Occidente.
Su posible vinculación con Abu Dahdah, considerado el líder de Al Qaeda en España y a quien acusaban de conspirar desde nuestro país para perpetrar los ataques del 11-S, llegó al Tribunal Supremo. Sin embargo, esos lazos no pudieron probarse, como se afirmaba en los informes policiales. Yusuf Galán fue absuelto de tales hechos.
"Soldado virtual"
La Policía siguió sus pasos cuando salió de prisión, en 2011. Los investigadores sospechaban que seguía siendo un agente peligroso integrado en estructuras yihadistas. Vivía a caballo entre Madrid y Murcia y, según sostienen fuentes policiales, dio el salto desde Al Qaeda al Estado Islámico.
Para la Fiscalía, tras abandonar la prisión continuó con su actividad de muyahidín, aunque desarrollando su actividad desde las plataformas digitales como un "soldado virtual" con un blog y perfiles en Facebook y otras redes sociales.
La acusación aportan como prueba de su adhesión al DAESH una conversación con su novia, Nadya Chakkaf, "en el que se reconoce como un talibán y realiza el símbolo islamista de la shahada o profesión de fe". La Fiscalía también recoge la publicación de vídeos enaltecedores del terrorismo y humilladoras hacia las víctimas en las redes sociales. En dichos vídeos, además, Galán adiestraba a sus seguidores en el uso de armas y artes marciales.
De ahí que el Ministerio fiscal solicite que se le castigue con 8 años de prisión por un delito de organización terrorista, 3 años de prisión e inhabilitación para el ejercicio del sufradio por un delito de colaboración con actividades terroristas y dos años de prisión por un delito de exaltación del terrorismo o justificación del terrorismo todos con el agravante de reincidencia del artículo 22.8 del Código Penal.
Yusuf Galán tendrá que responder este jueves y una vez más a las acusaciones de integración en organización terrorista. Su trayectoria, profundamente conocida por la Justicia y las fuerzas de lucha antiterrorista, podría conducir de nuevo a prisión.