Luis José Fernández Galán es uno de los yihadistas históricos españoles, convertido al Islám y rebautizado como Yusuf Galán. La Policía Nacional le ha arrestado este martes en Madrid, aunque su nombre comenzó a aparecer en los ficheros policiales hace casi 20 años. Este madrileño, nacido el 21 de marzo de 1965, era uno de los hombres de confianza de Imad Eddin Barakat Yarkas Abu Dahdah, el jefe de Al Qaeda de España. Yusuf Galán fue el único español condenado tras la operación Dátil impulsada por el exjuez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. Con un pasado en el mundo de la droga, fue enviado a un campo de entrenamiento yihadista en Indonesia y los investigadores hallaron vínculos entre el arrestado hoy y un detenidos por los atentados de Casablanca en 2003.
El magistrado Baltasar Garzón trazó una relación entre la célula y los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. No obstante, el Tribunal Supremo desbarató esta tesis al absolver en junio de 2006 al jefe del grupo, Abu Dahdah, del delito de conspiración para cometer atentado terrorista que le había impuesto la Audiencia Nacional. El Alto Tribunal consideró insuficientes las única pruebas en su contra él y sólo mantuvo su pena como dirigente de la rama española de Al Qaeda.
Entrenado en la isla de Salawesi
Galán, como uno de sus lugartenientes, fue condenado a nueve años y medio de prisión, por integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas, aunque se le llegó a pedir una pena de hasta 21 años de cárcel para él. La conexión entre Abu Dahdah y Yusuf Galán era tal que el español fue enviado por su jefe al campo de entrenamiento de Poso situado en la isla Indonesia llamada Salawesi donde recibió todo tipo de adiestramiento terrorista en el manejo de armas y explosivos. Así empezó la formación de un yihadista que no ha desistido nunca tal y como demuestra ahora esta nueva detención.
En Indonesia permaneció entre el 14 de julio de 2001 y el 6 de agosto de ese mismo año. El responsable del campo, identificado como Parlín por los servicios policiales españoles, le recibió en el mismo aeropuerto de Yakarta. Durante su estancia en ese lugar realizó básicamente labores de guardia. Tras su instrucción yihadista militar Parlín le pidió a Abu Dahdah armas para poder hacer la yihad. En el registro practicado en el domicilio que Galán tenía en la calle madrileña de Martín de los Heros se hallaron varias pistolas semiatomáticas, una carabina, una escopeta, numerosos cartuchos y varias armas blancas.
Se marchó a Indonesia sin decirle nada a sus padres Eduardo y María Isabel. Su madre llamaba insistemente llorando a su compañero de piso para pedirle información de su hijo, según consta en la sentencia que le condenó.
En su piso también se encontró un chaleco antifragmentación, de color verde y varias fotografías en las que aparece Galán vestido de mujahidin portando en una mano una escopeta y en la otra una pistola. Este español abrazó el Islam para abandonar el mundo de las drogas. Según reconoció su abogado durante la investigación de la operación Dátil, Galán comenzó a consumir desde muy pronta edad primero hachís y más tarde la heroína.
Vínculo con los atentados de Casablanca
La sombra del grupo se extendió por varios países a juicio de los investigadores. De hecho, cuando tuvieron lugar los atentados de Casablanca en Marruecos contra la Casa de España, el juez Garzón halló indicios relación entre Abu Dahdah, Galán y uno de los detenidos en Marruecos por su participación en los atentados llamado Mustapha Maymouni. Según el juez, habrían intentado captarle para que viajara como "mujahidin" a Indonesia.
Yusuf Galán abandonó la cárcel de Alicante en mayo de 2011 y desde entonces ha vivido a caballo entre Madrid y Murcia donde cuenta con varios familiares. En la región murciana reside en la zona de San Javier, donde su familia cuenta con una casa antigua aunque de grandes dimensiones. No se le conoce ninguna ocupación y desde hace tiempo estaba bajo el foco de la Policía. Las fuentes consultadas indican que era habitual verle rodeado de jóvenes y se sospecha que pueda haber captado y reclutado a personas para hacer la yihad en el extranjero.
Las mismas fuentes indican que era habitual verle en cafeterías y otros locales valiéndose de las redes wifi para consumir en Internet. Una de las principales medidas de seguridad de los terroristas islamistas es usar las redes de conexión públicas para no dejar rastro de sus actividades. De este modo, Yusuf Galán podía permanecer dos horas en un lugar tomando sólo un café, indican estas fuentes.
De Al Qaeda a Daesh
Ahora tiene 52 años y ha sido detenido en Madrid por la Policía en una operación de la Comisaría General de Información por su presunta integración en la organización terrorista Daesh, para la que realizaba labores de captación, adoctrinamiento y adiestramiento en favor de ella, según el Ministerio del Interior.
Los investigadores detectaron que había "renovado su compromiso desarrollando actividades de muyahidin virtual" para cumplir con "los requerimientos de la Yihad Virtual o Electrónica y actividades de adiestramiento operativo de terceros dentro de la Yihad Violenta". El detenido había desarrollado un sofisticado modus operandi virtual para llevar a cabo "una activa labor de difusión masiva en Internet al objeto de no ser detectado", dice Interior.
Al parecer, hacía acopio de una importante cantidad de material que "alojaba de manera simultánea en varios de sus perfiles, o a través de hilos de mensajería instantánea para alcanzar al mayor número de personas". Junto a este adoctrinamiento intelectual, "otro pilar fundamental en su estrategia delictiva era realizar el adiestramiento operativo en técnicas de combate de otras personas", para lo que publicaba vídeos "en los que él mismo aparecía manejando armas blancas con gran destreza, acompañados de mensajes altamente explícitos, dirigidos a la comisión de acciones terroristas".
Según el ministerio del Interior, el detenido "incidía especialmente en el acondicionamiento psicológico de los nuevos reclutas, a los que preparaba mentalmente para que finalmente mostraran su disposición a cometer atentados terroristas, amparados en mandatos divinos sobre el martirio".