La ONG española Proactiva Open Arms ha respondido este jueves a la Dirección General de la Marina Mercante, que advirtió a la organización de que si su buque humanitario 'Open Arms' retoma los rescates de migrantes que están a la deriva en el Mediterráneo central, puede ser sancionado con multas de hasta 901.000 euros.
"Nuestro objetivo sigue siendo, como siempre, proteger la vida en el mar. Para ello, seguiremos con nuestras labores de protección por presencia en la ruta marítima más mortífera que existe", señala la ONG en una carta remitida a Benito Núñez Quintanilla, el director general de la Marina Mercante, organismo dependiente del Ministerio de Fomento.
Ésta es la contestación a la misiva que el capitán del barco recibió el pasado 27 de junio, en la que el director de la Marina Mercante le avisaba de las "infracciones" que implica su "pretensión de retomar rescates", después de que la ONG decidiera poner rumbo de nuevo al Mediterráneo central para rescatar a personas a la deriva, a pesar de que solo cuenta con la autorización de proporcionar ayuda humanitaria.
"El buque Open Arms finalmente se encuentra donde siempre debería haber estado, en el medio del mar", destaca la ONG, que apunta que el barco ha vuelto a la ruta "más mortífera del mundo", la del Mediterráneo central. Según recuerda en dicha carta, en lo que va de 2019 el mar Mediterráneo "se ha tragado la vida" de, al menos, 598 personas "que podrían haber sido fácilmente rescatadas si esa fuera la voluntad de los países de la Unión Europea".
Las amenazas no sirven
"Ni un bloqueo en el puerto de Barcelona de más de 100 días que finalizó únicamente con la autorización de transportar ayuda humanitaria a Grecia, ni las amenazas recibidas por parte del gobierno español e italiano nos separan de donde tenemos que estar", sentencia la organización.
El buque, de bandera española, no tiene permitido navegar ni realizar búsquedas activas en la zona SAR de salvamento y rescate del Mediterráneo central. Así se lo recordó la Marina Mercante al capitán del Open Arms en la comunicación enviada el pasado día 27 de junio, aunque precisando que si durante su trayecto encuentra a personas "en peligro" en el mar, deberá asistirlas, de acuerdo a la normativa.
Adjunta a la misiva remitida este jueves por Open Arms hay una comunicación firmada por el abogado representante de la ONG, Jaime Rodrigo de Larrucea. Según él, el capitán del buque y la organización "son plenamente conscientes de que todas las navegaciones del buque están supeditadas a las permitidas por los certificados del buque, su clasificación y finalidad".
"El buque (...) dedica todos sus esfuerzos a labores de observación y vigilancia, sin estar implicado en ninguna operación de búsqueda y salvamento, ni por propia iniciativa ni bajo las autoridades responsables de las regiones SAR por las que navega", apostilla.
Así, el abogado insiste en que el propósito de las navegaciones del Open Arms "no es realizar operaciones de búsqueda y salvamento", excepto que las autoridades de las zonas SAR le encomienden algún tipo de operación o asistencia. "El Open Arms ni está ni tiene intención de acometer operaciones que nada tienen que ver con las labores de observación y vigilancia que habitualmente lleva a efecto", remarca.
Asimismo, recalca que el capitán "es plenamente consciente" de sus obligaciones y no tiene "la más mínima intención de incumplir el ordenamiento vigente". En el documento adjunto, el representante legal de la ONG recuerda las obligaciones de las autoridades públicas recogidas en el Convenio para facilitar el Tráfico marítimo internacional (Convenio FAL), entre las que se incluye el facilitar "la llegada y salida de los buques" dedicados a el rescate de personas en peligro en el mar para blindarles un lugar seguro.
"Los DDHH triunfan"
En la carta remitida a la Marina Mercante, la ONG subraya que existen antecedentes en los que los derechos humanos "han triunfado por encima de razones políticas" y que "reconocen que Libia no es un puerto seguro", citando que la justicia italiana archivó la causa judicial sobre la incautación del buque por parte de la Fiscalía.
También menciona el reciente caso de la capitana del 'Sea-Watch 3', Carola Rackete, quien fue detenida tras entrar en el puerto de Lampedusa con un barco en el que iban cerca de 40 migrantes rescatados en el Mediterráneo, aunque la justicia italiana le ha retirado el arresto domiciliario. Asimismo, la ONG recuerda que este miércoles la Fiscalía de Agrigento decidió no validar el decreto de expulsión que había firmado el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, contra la capitana.
"Por todo ello, seguiremos defendiendo los derechos humanos en el mar y respondemos a la Dirección General de la Marina Mercante con el documento adjunto", concluyen desde Open Arms.