"Si no sois capaces de formar una mayoría de investidura con más votos que nosotros, sería razonable que os abstuvierais sin condiciones, como hicimos nosotros. No os pedimos que asumáis nuestros valores o apoyéis nuestras políticas. Os pedimos que no bloqueéis la formación de gobierno. No os pedimos la abstención a favor de un gobierno socialista. Os pedimos que os abstengáis para que España tenga un gobierno. No os pedimos que hagáis nada que no hayamos hecho antes nosotros".
Hasta 66 de los 68 diputados del PSOE que se abstuvieron en la investidura de Mariano Rajoy en 2016 han pedido por carta al Partido Popular que haga ahora lo propio para permitir que Pedro Sánchez sea presidente. "Si lo hacéis así, entre todos habremos recuperado parte de la cultura política que hizo posible la Transición y que inspiró nuestra Constitución", dice el texto.
Uno de los dos diputados que no ha firmado es Soraya Rodríguez, diputada socialista en la pasada legislatura y hoy eurodiputada por Ciudadanos.
"Ahora es el momento de la reciprocidad", dice la misiva, distribuida por el PSOE, y que cuenta con las firmas del entonces portavoz socialista, Antonio Hernando, de la actual, Adriana Lastra, o del hoy secretario de Organización, José Luis Ábalos, el secretario general del grupo, Rafael Simancas, entre muchos otros diputados de la pasada legislatura, la mayoría ya fuera del Congreso de los Diputados, como Eduardo Madina.
Sánchez dimitió para no abstenerse
El escrito no está firmado por los 15 diputados socialistas que mantuvieron el "no es no" y que, en su mayoría, hoy ocupan puestos de importante responsabilidad, ya sea en el Gobierno, en la dirección socialista o la del grupo parlamentario. Fueron nombrados por Pedro Sánchez, quien dimitió en 2016 de todos sus cargos precisamente para no hacer lo que ahora le reclama al Partido Popular.
Por ese motivo, la carta puede causar perplejidad. El PSOE, hoy controlado por los partidarios del "no es no" entonces apartados de las decisiones del partido, reclama la abstención ante la que Sánchez se resistió hasta las última consecuencia: dejar la política.
Entre los que no firman la carta están los presidentes del Congreso y del Senado, Meritxell Batet y Manuel Cruz, o la ministra de Defensa, Margarita Robles, que mantuvieron su "no" a Rajoy.
"Eso que hicimos nosotros es un activo del PSOE, de todo el PSOE", dicen los diputados firmantes. "El Comité Federal del PSOE, nuestro máximo órgano político entre congresos, decidió que nos abstuviéramos sin poner ninguna condición, ni sobre vuestro programa ni sobre vuestro candidato. No fue una abstención negociada a cambio de algo, no nos abstuvimos para que gobernara Rajoy, sino para que España tuviera un gobierno. Lo hicimos para acabar con una parálisis institucional que alcanzaba a toda nuestra democracia, incluyendo el funcionamiento mismo del Legislativo".
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