Los yihadistas de Jama'at Nasr al-Islam Wal Muslimeen, facción integrada en Al Qaeda del Magreb Islámico, se lanzaron con todo contra la base de Koulikoro, en la que están desplegados cerca de 250 militares españoles. Pretendían hacer explotar dos coches cargados de explosivos dentro de las instalaciones; también dispararon con fusilería ligera contra los efectivos. La rápida actuación del contingente español frustró la intentona terrorista.
Han pasado cinco meses desde entonces. El coronel Javier Alonso-Miñón, jefe de Estado Mayor del Cuartel General de la Misión y también jefe del contingente español, atiende a este diario para hacer una valoración sobre la situación que atraviesa Mali y cómo lo afrontan las Fuerzas Armadas tras aquel ataque yihadista: "La moral está alta", sostiene.
Antes, un poco de contexto. No se trata de una operación de combate; los efectivos españoles, integrados en la misión EUTM Mali de la Unión Europea, adiestran y asesoran a las tropas locales para afrontar las peligrosas inestabilidades que sacuden el país: recientes golpes militares, yihadismo, disputas territoriales, criminalidad...
Amenazas que cerca están de colapsar la región y de trasladar la inestabilidad hasta nuestras propias fronteras físicas. No en vano, se considera que el Sahel constituye la "frontera avanzada" de Europa. "Sabemos dónde hemos venido y cuáles son nuestros cometidos", advierte el coronel Alonso-Miñón.
¿En qué fase de instrucción se encuentra el proceso de adiestramiento de las tropas malienses?
No es una instrucción por fases, es decir, a los malienses se les instruye a demanda del Ejército maliense con una coordinación previa, en la que ellos nos manifiestan los cursos de instrucción que necesitan y las unidades, o personal que van a enviar al curso. Es decir, no siempre es por unidades. A veces mandan sólo capitanes jefes de compañía para que se les instruya en liderazgo y técnicas de mando; otras veces viene personal que quieren que se especialice en designación de objetivos… y a veces por supuesto viene una compañía entera.
¿A cuántos efectivos se está adiestrando en la actualidad en Koulikoro?
Acaba de finalizar el adiestramiento de una compañía para un curso de unidades mecanizadas, pues acaban de adquirir un vehículo mecanizado de ruedas, similar a nuestros BMR.
Además en estos momentos se está impartiendo un curso de control aéreo, otro curso de seguridad en bases aéreas, un curso a jefes de compañía, y un curso de actualización de compañía de infantería, a unos 152 malienses. Hay que tener en cuenta que estamos en periodo estival y que, con los problemas en el centro del país, los malienses están movilizando muchas unidades hacia esa zona, por lo que ahora mismo podemos decir que es un número bajo el personal al que se está instruyendo.
¿Cuáles son los principales retos de seguridad que se contempla en Mali? ¿Y más concretamente en la región de Koulikoro?
Al ser una misión de instrucción y adiestramiento el principal reto es conseguir que las propias Fuerzas Armadas malienses puedan ser capaces de responder ante el conflicto que tienen y solucionarlo por sus medios. Si nos centramos en la región de Koulikoro, el nivel de amenaza es pequeño, y por lo tanto el objetivo es que mejoren el control de la región y aumenten su presencia en las zonas más remotas de la región de Koulikoro.
¿Qué medidas de prevención se han adoptado tras el reciente ataque a la base de Koulikoro?
Se han reforzado los puntos de acceso a la base, con una mejora significativa en la seguridad. También se ha reforzado el perímetro y se han puesto nuevas cámaras con capacidad infrarroja. Se han adquirido medios de detección de drones.
¿Cabe la posibilidad de que los yihadistas vuelvan a lanzar un ataque de características similares?
Estamos de misión en un país donde la seguridad y la estabilidad aún está en proceso de mejorarse. La principal zona donde están pasando los ataques son en el centro del país, lejos de la zona de Koulikoro, que es donde nos encontramos nosotros. La posibilidad de un ataque siempre existe al tratarse de un país con un conflicto latente.
El Ejército español ya demostró estar preparado para hacer frente a un atentado. ¿Qué medidas de refuerzo se han adoptado tras el último ataque?
Tras un incidente como el que pasó obviamente hay que tomar medidas. Se ha reforzado la seguridad de manera que estamos más protegidos por si volviera a pasar. De esta manera evitamos daños si volviera a pasar, aunque la posibilidad de un ataque es baja, pues fue la primera vez que atacan la base donde nos encontramos en los casi siete años que lleva la misión.
En fotografías difundidas por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) en redes sociales se ve una imagen de normalidad en la base, cinco meses después del ataque. ¿Cómo está la moral entre los efectivos españoles?
La moral está alta, los militares españoles sabemos dónde hemos venido y cuáles son nuestros cometidos, por ello estamos aquí voluntarios. Es nuestro trabajo y nuestra forma de vida, estamos preparados para cualquier situación de manera que respondamos de acuerdo a la legalidad de la mejor forma posible.
¿Se ha modificado de algún modo el trabajo que se desempeña fuera de la base o el trato con la población local tras el ataque?
Como le he dicho se ha reforzado la seguridad. Sin embargo, el trato con la población civil es igual. Ellos no son responsables del ataque a la base y saben que nosotros estamos aquí para ayudarles y conseguir que Mali sea un país próspero.
La cooperación cívico militar es un aspecto fundamental de nuestra misión, trabajando conjuntamente es cuando se consiguen los objetivos que nos marcamos.
¿Cuál es la implicación de las Fuerzas Armadas españolas en la seguridad de Mali para evitar que la población local sufra estas embestidas terroristas?
Parte de nuestros cometidos es garantizar la seguridad y la estabilidad de la región, por ello se realizan diversas patrullas para informar a la población civil de cuáles son nuestras actividades. En esas patrullas, además de ser de reconocimiento del terreno, le decimos a la población local que puede contar con nosotros ya que somos sus aliados. Y que estamos aquí de misión para instruir a su ejército y si hay algún problema avisar a las autoridades malienses.