La ONG española Open Arms pidió este jueves urgentemente un puerto seguro en el que desembarcar a los 121 migrantes que lleva a bordo desde hace siete días y que fueron rescatados en el Mediterráneo cuando navegaban en situación de dificultad. El barco espera desde la semana pasada cerca de la isla italiana de Lampedusa (sur de Italia).
Por su parte, el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, que mantiene los puertos del país cerrados a las ONG, a las que acusa de favorecer la inmigración irregular, ha insistido hoy en que no permitirá que el barco de la ONG entre en aguas italianas.
El líder ultraderechista ha asegurado que la embarcación está en aguas internacionales, en el área de búsqueda y rescate (SAR) de competencia maltesa, y que no piensa cambiar de parecer. "El barco es español y los inmigrantes a bordo están bajo la directa responsabilidad de Madrid", afirmó.
Salvini volvió a acusar a la organización humanitaria de usar los rescates como "provocación" para llevar a los inmigrantes a Italia. Además, el Parlamento italiano acaba de aprobar un decreto impulsado por Salvini que permite requisar las naves de las ONG que violen la prohibición de entrar en aguas italianas y que prevé multas de hasta un millón de euros.
"No somos el puerto ni más seguro ni más cercano"
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha rechazado que se interpele a España por la situación del barco. "No somos un Gobierno que pueda estar interpelado en esta situación y no somos el puerto ni más seguro ni más cercano".
Además de no ser el puerto más cercano y seguro, Calvo ha destacado que España es el país "que más cumple con sus obligaciones humanitarias" de rescate de migrantes a la deriva en el mar, en referencia a las labores de Salvamento Marítimo, así como con la legislación internacional en esta materia.
"Nos mantenemos en el espacio que nos corresponde, el de impulsar siempre una política común europea en materia de flujos migratorios", ha sentenciado.
Asistencia urgente de la UE
Por otro lado, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha pedido vía carta al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que medie con los países miembros de la Unión Europea para que asistan de manera urgente al barco de Open Arms.
"Si la Unión Europea permaneciera indiferente a la suerte de estas personas, estaríamos causando más y más sufrimiento, y estoy seguro de que eso no es lo que los guardianes de los Tratados europeos creen de todo corazón que es lo correcto", ha sentenciado Sassoli.
La jefa de misión de Open Arms, Anabel Montes, dijo en un vídeo que "la política no puede estar por encima de las personas" y por ello reiteró la necesidad de recibir la autorización de atracar en un puerto, "siguiendo los convenios y acuerdos internacionales y sobre todo haciendo referencia a la Carta de los Derechos Humanos, con especial énfasis en el Derecho a la Vida".
Montes afirmó que con el paso de los días es más complicado explicar a las personas socorridas "por qué no pueden desembarcar, por qué no pueden ser llevadas a un puerto seguro donde su vida no corra peligro".
Asimismo, apuntó a que "con el paso del tiempo las situaciones de ansiedades, de nerviosismo van aumentando" y subrayó que la tripulación no desea que "llegue el punto en el que haya una situación" que no puedan controlar.