Francia acuerda entregar a la etarra Anboto para juzgarla por un asesinato cometido en 1995
Se la considera exjefa de los comandos "legales" de ETA y la mujer que ha alcanzado un puesto más alto en la organización terrorista.
10 agosto, 2019 10:25Noticias relacionadas
Las autoridades judiciales francesas han informado a la Audiencia Nacional que a finales de agosto repatriarán a España a la histórica dirigente de la banda terrorista ETA María Soledad Iparraguirre, más conocida como 'Anboto'. La etarra será juzgada en España por uno de los 14 asesinatos que se le atribuyen.
Según ha adelanta el diario El País, Iparraguirre, que fuera la pareja de ex número uno de la banda Mikel Albizu, será llevada a los tribunales acusada de la muerte del comandante del Ejército del Tierra Luciano Cortizo Alonso, ocurrida el 22 de diciembre de 1995 en León. El comandante fue asesinado por la explosión de una bomba lapa colocada bajo el asiento del conductor de su vehículo, un Ford Orion. Su hija y cuando viandantes resultaron heridos.
La etarra será entregada en los próximos días en el Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional. Además, según el periódico, tiene otras causas que serán juzgadas en el Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional.
Se la considera exjefa de los comandos "legales" (no fichados) de ETA y la mujer que ha alcanzado un puesto más alto en la organización terrorista junto a la asesinada -por ETA- Dolores Catarain "Yoyes". También es una de las etarras con un historial más sanguinario.
Se la vincula con ETA desde 1981; con el comando Araba entre 1984 y 1987, período en el que se le atribuyen seis asesinatos, y con el también sangriento comando Madrid entre 1992 y 1993. La ficha policial de la época decía de ella: "Es elegante, con buena presencia, frecuenta ambientes selectos de la capital y viste ropa de calidad".
Anboto, que hoy tiene 59 años y se halla presa en Francia, fue la etarra elegida por la banda para leer en euskera, en mayo del año pasado, el comunicado en el que ETA formalizaba su disolución.