El pasado lunes, a las 9.38 de la mañana, el avión C-101 del comandante Francisco Marín se estrelló contra el mar frente a la costa de La Manga, en Murcia. El piloto perdía la vida y los restos del avión quedaron diseminados en un "amplio" radio. Han pasado cuatro días y, desde entonces, se ha recuperado entre "el 50 y el 60 por ciento" de la aeronave siniestrada. Los servicios forenses, por su parte, trabajan "sin descanso".
En la zona hay desplegado un amplio dispositivo en el que participan medios de la Armada Española, Guardia Civil y Salvamento Marítimo. Las labores estuvieron marcadas en sus primeros compases por la gota fría que sacudió la región y que dificultó el trabajo de los operativos. También por el varado del buque Turia de la Armada tras rozar con el lecho rocoso.
Una vez superadas las condiciones meteorológicas adversas, los equipos de recuperación han rescatado partes importantes del avión C-101 siniestrado. Fuentes próximas al operativo confirman a EL ESPAÑOL que este jueves se sacó del agua la sección de cola de la aeronave. "El avión se rompió en muchas partes que están esparcidas".
Por su parte, los servicios forenses trabajan "sin descanso". Su labor es la de identificar y corroborar restos de ADN que se están recuperando en el mar que baña la playa de La Manga.
El estado del 'Turia'
La mejora de las condiciones meteorológicas ha permitido a los equipos de buceadores de la Armada Española examinar el alcance de la vía de agua que sufrió el cazaminas Turia tras quedar varado. Pese al alcance de los daños -algunos compartimentos están inundados- se guarda un cierto optimismo hacia la recuperación del buque.
Los equipos han vaciado las 30 toneladas de combustible que almacenaba el cazaminas y se ha dispuesto una barrera anticontaminación "a modo preventivo". Asimismo, se han contratado los servicios de una empresa privada para ayudar a recuperar el barco: