La incorporación de las pistolas táser al equipamiento de la Policía Nacional se ha convertido en una fijación para los sindicatos representativos del cuerpo. El ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, se ha comprometido públicamente a adquirir este material en un breve periodo de tiempo. Pero los agentes le urgen: "Las necesitamos ya".
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) considera que es una prioridad absoluta para que los agentes puedan actuar "de acuerdo con los principios básicos de actuación de proporcionalidad, oportunidad y congruencia". E instan al Ministerio a que agilicen la compra y distribución de las pistolas eléctricas: "Con este elemento de protección adicional ganan los policías nacionales y gana la sociedad".
Para demostrar las capacidades de la pistola táser, miembros del SUP realizaron este jueves una demostración ante los medios. El sindicato simulaba cómo sería una intervención en un espacio cerrado frente a un agresor.
El objetivo es reducir al atacante sin necesidad de recurrir al arma de fuego reglamentaria, pero con los "medios necesarios" para enfrentarse a un hombre que empuña un elemento peligroso.
El funcionamiento
La reivindicación de las pistolas táser cobra especial relevancia cuando saltan a los medios las intervenciones que los policías llevan a cabo frente a individuos con un arma blanca. Un ejemplo de ello fue la reciente operación en el barrio madrileño de Carabanchel, cuando una agente esquivó las puñaladas de un agresor.
"Las pistolas eléctricas son dispositivos de lesividad mínima que generan una incapacitación inmediata y transitoria de una persona violenta", detallan desde el SUP. Y explican que, por lo contrario que se piensa, las pistolas táser no provocan descargas eléctricas, "sino pulsos que paralizan el sistema motor del cuerpo humano".
"La evolución tecnológica ha permitido eliminar los riesgos cardíacos durante su uso, ya que los impulsos eléctricos generados están muy lejos del umbral peligroso para la salud, incluso portando marcapasos", detallan desde el sindicato, que ya ha presentado varios escritos en el Consejo de Policía pidiendo su incorporación.
Según sostienen, con las pistolas táser se potencia la seguridad y protección no solo de los policías nacionales, también de la sociedad. ¿El motivo? La reducción de los riesgos en una intervención marcada por la violencia.
Las policías autonómicas cuentan con pistolas eléctricas desde 2008, al igual que más de 200 policías locales. El objetivo de la exhibición era, según el SUP, "desmontar bulos y mitos" sobre las táser: "Su empleo extendido en países como Estados Unidos, Reino Unido y la mayor parte de Europa avalan las ventajas de esta arma no lesiva".