Los violentos utilizan técnicas de guerrilla urbana en Cataluña. Con medios más o menos rudimentarios, elaboran armas con las que enfrentarse a los cuerpos policiales. Levantan las aceras para conseguir adoquines, arrojan fuegos pirotécnicos contra los agentes y, también, bolas de plomo que proyectan a gran velocidad con cargas de CO2. Los policías desplegados en la región, veteranos en cientos de intervenciones, coinciden en su valoración: "Nunca habíamos visto una violencia así".
Como ya señaló EL ESPAÑOL, los disturbios de Cataluña -con especial atención a Barcelona- poco tienen de improvisados. Grupos antisistema de diferentes puntos de Europa han reforzado el despliegue de los radicales en la capital catalana. Entre ellos circulan manuales de guerrilla urbana para atacar a la Policía y sembrar el terror en las calles de la ciudad.
En lo que va de semana, más de 300 agentes han resultado heridos; 101 sólo en la noche del viernes al sábado. Se han practicado más de 300 detenciones y 9 de ellos están en prisión provisional. Además, se han registrado daños en 43 vehículos de los Mossos d'Esquadra y en 221 de la Policía Nacional.
La primera línea
Los agentes de la Brigada Móvil (BRIMO) de los Mossos d'Esquadra y de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional constituyen la primera línea de actuación contra los violentos. Según los datos del Ministerio de Interior, siete agentes permanecen en dependencias hospitalarias, uno de ellos en estado grave aunque fuera de peligro.
En la retina quedan imágenes como la del policía nacional que este viernes quedó en estado semi inconsciente tras recibir una pedrada en la cabeza en la plaza de Urquinaona. Tras ser evacuado por sus compañeros, se le sometió a una exploración en dependencias hospitalarias.
Fuentes policiales consultadas por EL ESPAÑOL coinciden en que los sucesos que estos días se están viviendo en Cataluña son "de una violencia extrema". Como ejemplo, muestran algunos de los elementos con los que los violentos tratan de provocarles heridas.
Uno de los materiales más peligrosos son las bolas de plomo. Proyectiles propulsados con cartuchos de CO2, como los que emplean en los juegos de airsoft. A través de mecanismos de disparo más o menos rudimentarios, los violentos lanzan bolas contra los agentes que pueden reventar sus elementos de protección.
Un policía, grave
"Nunca habíamos visto una violencia así", le han instado los policías que todavía permanecen en el hospital al ministro del Interior. Fernando Grande-Marlaska ha visitado a los siete agentes que todavía no han recibido el alta; uno de ellos se encuentra en estado grave, aunque fuera de peligro, según fuentes del Departamento.
Desde sindicatos policiales, como el Sindicato Unificado de Policía, han pedido al ministro Marlaska una "reunión urgente" para abordar el despliegue especial en Cataluña. "Además del empleo de todos los medios de orden público de los que dispone la Policía Nacional -nuestras UIP’s, hay que recordarlo una vez más, son las Unidades más reconocidas en este ámbito a nivel mundial- hay que redoblar la iniciativa y sacar de las calles de Barcelona a los violentos".
En un comunicado, el SUP solicita que se complete el dispositivo con "cuantos efectivos de Unidades de Intervención Policial y Unidades de Prevención y Reacción sean necesarios"; un refuerzo que, a su juicio, tendría que estar apoyado por especialistas de la Comisaría General de Información y de todas las áreas policiales "para que los relevos y descansos de los compañeros sean los suficientes".
Porque, según las previsiones que manejan desde esferas policiales, las algaradas volverán a repetirse con virulencia en la noche de este sábado.