El embajador británico en España, Hugh Elliott, ha manifestado este jueves en Madrid que Gran Bretaña "quiere ser el aliado más fuerte de Europa" y ha asegurado que, tras el brexit, "seguiremos siendo internacionalistas y abiertos al mundo, en términos de apoyar el libre comercio y dar la bienvenida a ciudadanos de todo el mundo".
"Y, por supuesto, queremos que los españoles y demás ciudadanos de países de la UE que viven en mi país se queden”, ha añadido.
Elliott ha sido el primer invitado de Forbes Politics, un nuevo foro de debate en el que se darán cita personalidades relevantes para analizar la actualidad con representantes del mundo empresarial, líderes de opinión y periodistas.
Hugh Elliott, que asumió el cargo en Madrid el pasado día 18 de agosto, ha querido disipar las incertidumbres expresadas desde el ámbito empresarial sobre las relaciones comerciales con Gran Bretaña cuando ese país haya materializado su salida de la Unión Europea. "Queremos llegar a un acuerdo de libre comercio profundo y amplio tanto en servicios como en bienes, aceptando que estamos fuera y que algunas cosas van a cambiar", ha dicho.
“En el mundo de los negocios, después de tres años y medio de incertidumbre, lo que se quiere es saber adónde vamos”, ha reconocido Elliott, que ha añadido, no obstante, que “también con el riesgo y la incertidumbre vienen oportunidades”.
En cuanto al impacto que el Brexit puede tener en nuestro país, el embajador ha señalado que España "es un inversor fundamental en nuestro país. Queremos proteger estas inversiones, vamos a incentivarlas, vamos a seguir siendo un país abierto a la inversión, aunque sea en un contexto diferente”.
El diplomático ha recordado que la decisión de Reino Unido de celebrar un referéndum sobre la pertenencia a la UE no fue algo “unilateral de un partido”, sino que “hubo un consenso de los grandes partidos”. “Nuestra pertenencia a la UE había sido un tema de debate constante durante años, no vino de la nada”.
17,4 millones de votantes, de un total de 34, se mostraron a favor de salir de la UE. “En una democracia no podemos permitirnos el lujo de decir ‘los votantes se equivocaron’”, a pesar de las dificultades que puedan tener implementar el resultado.