La Familia Real desembarca en Cataluña en plena crisis de seguridad. El rey Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas Leonor y Sofía tienen marcada en la agenda una cita con Barcelona los próximos 4 y 5 de noviembre. El motivo, los premios Princesa de Girona que presiden en la ciudad. Y lo hacen en un contexto de inseguridad, espoleada por la sentencia del procés. Por eso, el Ministerio de Interior ha preparado un dispositivo especial para proteger a los miembros de la Corona.
La organización radical Arran ya ha hecho su convocatoria: "Ni Rey, ni miedo", señalan a través de sus canales oficiales de difusión. Piden a sus seguidores que estén atentos a las movilizaciones que anunciarán con motivo de la llegada de Felipe VI y su familia.
Pero no son los únicos. Los Comités de Defensa de la República (CDR) ya han brindado varias "bienvenidas calientes" al Rey en sus visitas a la capital catalana. Como en los Mobile World Congress o las entregas de los despachos de las promociones de la carrera judicial. Se prevé su movilización para boicotear la bienvenida de la Familia Real.
Un cóctel al que en esta ocasión hay que sumar a Tsunami Democràtic. La organización saltó a la palestra tras la sentencia del procés y destacó por su alto poder de convocatoria en movilizaciones y protestas. La Audiencia Nacional ya investiga quién mueve sus hilos y estudia si ha podido cometer un delito relacionado con el terrorismo. No se descarta que en los próximos días llamen a manifestarse contra Felipe VI.
El dispositivo
Los actos centrales de los premios Princesa de Girona se celebrarán en el Palacio de Congresos de Cataluña, en Barcelona. La ceremonia tenía lugar habitualmente en la provincia gerundense, pero este año se traslada a la capital catalana coincidiendo con el décimo aniversario de la institución.
"SS.MM los Reyes presidirán de nuevo este año la Ceremonia de entrega de Premios, el lunes 4 de noviembre, así como la jornada de actividades del día siguiente, concebida para los jóvenes y que cuenta con ponentes de primer nivel que propondrán conferencias y talleres alrededor de algunos de los principales retos de nuestra sociedad", detalla el programa de actos, en el que se reúnen destacadas figuras del mundo del periodismo y de la cultura.
Una ceremonia en unas fechas calientes. Cataluña está sumida en una grave crisis de seguridad, que en las últimas semanas se ha saldado con alrededor de 300 policías heridos y graves disturbios en Barcelona. El Ministerio del Interior mantiene activa la operación Ícaro, con el refuerzo de 2.000 policías nacionales y guardias civiles ante las graves algaradas.
Un reto de seguridad
La Casa Real, en coordinación con Interior y la Delegación del Gobierno en Cataluña, ha preparado un dispositivo especial para proteger a la Familia Real en los actos programados. El plan pasa por blindar el Palacio de Congresos en sus principales vías de comunicación. Los principales puntos de acceso se caracterizan por las vías anchas.
El dispositivo policial -del que formarán parte, principalmente, mossos d'Esquadra y policías nacionales- es más sencillo que el que se desplegó el 21 de diciembre de 2018 en torno al Consejo de Ministros que tuvo lugar en la Llotja de Mar de Barcelona; en esa ocasión, no faltaron quienes calificaron el entorno de una "ratonera", en alusión a las callejuelas y espacios estrechos que rodeaban el punto de reunión.
El dispositivo del 4 y 5 de noviembre supondrá un reto para Interior. Barcelona ha representado en las últimas semanas el epicentro de un terremoto que va para largo. Y el objetivo es que la Familia Real no sufra directamente las consecuencias de las protestas.