Ha sido al final de la campaña, pero Pedro Sánchez ha acabado por agitar el miedo a Vox para llamar a la movilización y al voto al PSOE. El candidato socialista ha protagonizado dos mítines este viernes cuyo emplazamiento era, en sí mismo, todo un mensaje.
El primero, en Madrid (Alcalá de Henares), en la capital de España, junto a los compañeros de su federación, ya que él es madrileño. El segundo, el cierre de la campaña en sí, en la Fira de Barcelona, ante una multitud de militantes y simpatizantes (3.000, según el PSC), con el objetivo de reivindicar su política de Cataluña frente al independentismo y los partidos de centroderecha.
En Barcelona, Sánchez ha definido los tres motivos por los que merece la pena votar este domingo y hacerlo por el PSOE: "que haya Gobierno, frenar a los franquistas y tener un Gobierno progresista que luche por la Justicia social de todos los españoles".
Por "los franquistas", Sánchez se refiere a Vox, a quien en Alcalá de Henares las ministras Dolores Delgado (Justicia) y Magdalena Valerio (Trabajo y Seguridad Social) llamaron abiertamente y a gritos "fascistas". El PSC, como explicó su líder, Miquel Iceta, introdujo en publicidad en medios de comunicación el mensaje: "No permitas que el odio nos gobierne". Más claro, Vox.
Salvar a los catalanes
Sánchez ha arremetido contra Vox, pero también contra PP y Ciudadanos, que según él se están dejando arrastrar por la extrema derecha, como prueba, a su juicio, la resolución conjunta (sin consecuencias jurídicas) para ilegalizar partidos independentistas aprobada este jueves en la Asamblea de Madrid. El candidato socialista recordó de nuevo que por Cataluña se escogen 48 diputados en el Congreso y que el PP sólo tiene uno, el de Cayetana Álvarez de Toledo.
"El PP quiere salvar a los catalanes pero los catalanes no quieren ser salvados por el PP. Los catalanes quieren ser salvados por un partido como el PSOE, que apuesta por la la convivencia, la concordia y el diálogo".
Según él, el PSOE y el PSC son la "esperanza" frente a independentistas y "franquistas", pero también la garantía de la pluralidad. "Aquí está la Cataluña que nosotros defendemos. No hay una Cataluña, hay muchas Cataluñas afortunadamente, como no solamente hay una España, hay muchas Españas afortunadamente", ha dicho.
Antes que él, Iceta criticó duramente a los partidos independentistas y el ministro de Exteriores, Josep Borrell, a punto de convertirse en Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, pronunció un discurso con múltiples referencias internacionales en el que aseguró será "su último mitin".