Más de 3.000 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil blindan Cataluña en unas semanas marcadas por los desórdenes públicos. La sentencia del procés desató la violencia en las calles de Barcelona y el Gobierno teme que se puedan producir incidentes en la jornada de reflexión o en el día de las elecciones generales. Los miembros policiales, no obstante, lamentan las condiciones en las que se está prolongando el dispositivo de seguridad: algunos de ellos aseguran que tienen que adelantar las dietas de su propio bolsillo.
Una circunstancia que, aseveran, afecta directamente a su alojamiento. Es el caso de un grupo de guardias civiles que se hospedan en un hotel de Gerona. Recordemos que algunos de los agentes permanecen en cuarteles o en dependencias militares, pero que la envergadura del dispositivo ha obligado a buscar alternativas residenciales como los hoteles.
Según denuncian, los retrasos en las dietas están provocando que algunos guardias civiles tengan que pagar de su bolsillo su estancia en un hotel de Gerona. De los 100 euros que cuesta la habitación, en régimen de desayuno incluido, ellos estarían adelantando la mitad de la cuantía, 50 euros.
La circunstancia se enquista para aquellos de los que no disponen de efectivo suficiente para pagar los 50 euros diarios. Recurren a sus tarjetas de crédito para afrontar el desembolso que supone dormir en los hoteles.
Asociaciones de la Guardia Civil coinciden en el retraso de las dietas a los agentes destinados en Cataluña, y que en algunos casos -como las de los que están acuartelados en dependencias militares- el dinero es "justo" para su manutención.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) señala que los agentes "están teniendo problemas para percibir el adelanto de las dietas, por lo que trabajar les está costando dinero que han de poner de su propia cuenta". También la "falta de información" sobre el tiempo que van a permanecer desplegados o las condiciones de sus estancias.
El refuerzo de los GRS
La mayoría de los guardias civiles desplegados en Cataluña son miembros de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), una unidad de élite que ha participado en misiones internacionales, adiestramiento de tropas de países aliados y contingencia de disturbios en los años más duros del País Vasco y Navarra. En esta operación se limitan a proteger infraestructuras críticas.
En los últimos días, el Ministerio de Interior ha movilizado a miembros de los GRS de diferentes puntos de España para reforzar el dispositivo de Cataluña. Grupos como Tsunami Democràtic o los CDR han hecho llamamientos a movilizarse en la jornada de reflexión.
Los últimos agentes en ser enviados a Cataluña, de acuerdo a una primera resolución de la Junta Electoral Central, no podían votar al no haber solicitado el voto por correo y estar lejos de sus casas. El Tribunal Supremo, no obstante, dictaminó este viernes que se asegurase su derecho al sufragio.