El penúltimo lunes del año abrirá una semana clave para conocer si finalmente el proceso de negociación entre el PSOE y ERC desemboca en una investidura en la recta final de año o si, como finalmente parece, ésta queda pospuesta hasta enero de 2020. En plenas vísperas de las jornadas festivas, la Mesa del Congreso se reúne este lunes, una jornada que se espera que pueda servir al menos para determinar si la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, descarta finalmente convocar un pleno de investidura antes de la conclusión del ejercicio.
Hasta ahora se manejaban las fechas del 27 y 28 de diciembre como posibles jornadas para celebrar el pleno, que se cerraría en una segunda votación el lunes 30 si, como es probable, el candidato a presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no alcanzase la mayoría absoluta en la primera votación del día 28.
Pero el hecho de que ERC contemple que la investidura se pueda producir antes del festivo del 6 de enero abre otra posibilidad: que el primer tramo del debate se celebre los días 2 y 3 de enero, lo que llevaría una hipotética segunda votación al día 5. No obstante, consultadas sobre este hipotético calendario, fuentes del Gobierno insistieron el sábado en que por el momento no hay fecha para la investidura.
ERC busca un "gesto concreto"
En los últimos días, mientras dirigentes socialistas han urgido a cerrar un pacto antes de final de año, ERC ha insistido en que el acuerdo para facilitar la investidura será más difícil si la Abogacía del Estado no pide la puesta en libertad de Oriol Junqueras tras la sentencia europea que le otorga inmunidad parlamentaria.
La dirección de ERC quiere ver un "gesto concreto" en este sentido, y espera que Consuelo Castro, la abogada general del Estado, que depende directamente del Gobierno aunque dispone de autonomía funcional, se posicione a favor del cumplimiento de la sentencia del tribunal de Luxemburgo.
Además, ERC ve posible que la investidura se produzca antes del día de Reyes si las negociaciones con el PSOE culminan con un acuerdo que incluya los aspectos que Esquerra considera como básicos. A saber: una mesa de diálogo entre gobiernos "de igual a igual" para tratar la solución al "conflicto político", terminología que ya ha asumido el PSOE. Y que esa mesa tenga plazos, garantías de cumplimiento y calendario. O sea, un mediador que la facilite, que sus trabajos no se alarguen más allá de la legislatura que comenzará en Reyes y que la implementación de lo acordado se implemente vía votación popular.
En el supuesto de que la negociación PSOE-ERC se traduzca en un acuerdo, ERC contempla como posibilidad que la investidura de Pedro Sánchez se pueda producir antes del 4 de enero, teniendo en cuenta que tanto el PSOE como ERC deben reunir antes a sus órganos de dirección para ratificar el contenido del pacto.