La de este 6 de enero no es una Pascua Militar al uso. La tensión política sacude el encuentro entre la cúpula castrense, con Felipe VI a la cabeza, y los principales representantes políticos. Aún resuenan los ecos del Congreso y los broncos debates -ataques a la Corona incluidos- en la sesión de investidura de Pedro Sánchez. Vísperas de una investidura que comienza con una fuerte tensión en el Congreso.
Si Felipe VI evoca una y otra vez la palabra "estabilidad", en el Congreso se vive un nuevo tiempo de máxima fragmentación. Lejos quedan las legislaturas sostenidas por mayorías absolutas; o incluso por aquellas mayorías simples gracias al apoyo o abstención de alguna de las fuerzas representadas.
El PSOE ha conformado un Gobierno de coalición -el primero en esta democracia- con Unidas Podemos. Y no le ha bastado con sumar a Pablo Iglesias y a los suyos al Consejo de Ministros; también necesita el sí de PNV, Teruel Existe, Más País/Compromís, BNG y Nueva Canaria. También la abstención de ERC y EH Bildu. Sánchez tendrá que hacer equilibrios para alcanzar esa "estabilidad" ansiada por Felipe VI.
Ataques al Rey
Matemáticas de una investidura marcada por las sesiones broncas en la primera votación en el Congreso de los Diputados. Tensión propiciada, precisamente, por los ataques que algunas de esas fuerzas lanzaron contra las instituciones españolas, incluido Felipe VI.
"Si bien es cierto que el aumento del autoritarismo aumenta en todo el planeta, es evidente que esta situación tiene características propias en el Estado español", discurrió la representante de EH Bildu, Mertxe Aizpurua. Criticó al Rey y también al sistema penitenciario español: "Los seis años injustos que Otegi pasó en la cárcel".
Bronca entre las bancadas. Adolfo Suárez Illana dio la espalda a la representante abertzale. Gritos que tildaban de "terrorista" al propio Otegi. Otros optaron por ensalzar a Felipe VI: "¡Viva el Rey!".
No fueron las únicas críticas a las estructuras del Estado. La representante de la CUP Mireia Vehí arremetió contra el "régimen del 78", así como contra el discurso del Rey tras el referéndum ilegal del 1-O: "Fue autoritario y no propio de una democracia".
La oposición reprochó a Sánchez la "falta de respuesta" a los ataques a la Corona.
Los corrillos de Palacio
Fuentes parlamentarias representadas en la Comisión de Defensa aseveran que estas turbulencias marcan una Pascua Militar "incierta": "El futuro Gobierno, con sensibilidades diferentes, tendrá que vérselas con problemas que afectan directamente a la Constitución".
Las mismas fuentes señalan que este asunto será una de las "comidillas" en los tradicionales corrillos que se forman en el Palacio Real en la Pascua Militar. Fecha marcada en el calendario en la que se reúnen las principales autoridades castrenses y políticas y tienen ocasión de charlar en un ambiente distendido.
Pero no será el único tema de conversación. Porque según todas las quinielas el Gobierno de Sánchez incorporará figuras que, en uno u otro momento, "han puesto en duda las estructuras militares".
Apuntan a los "principios antimilitaristas" que sustentan los discursos de, entre otros, Alberto Garzón -futurible titular de Consumo-. Como ejemplo, recuerdan las palabras que el propio Garzón lanzó sobre la OTAN, "una institución que genera muertes y conflictos y que asesina".
Todos esos elementos conforman el ambiente de esta Pascua Militar. El Rey recordará en su discurso el papel que desempeñan las Fuerzas Armadas en defensa de la Constitución española y sus valores.