Este lunes, portavoces de cinco formaciones políticas que alcanzan entre todas 49 de los 350 diputados firmaron un manifiesto para explicar por qué plantaban al Rey Felipe VI en la apertura solemne de la legislatura. Se trata de un texto con muchos agujeros.
1. No nos representa
"La Monarquía Española y su máximo exponente, el rey de España, no nos representa", arranca el manifiesto. Se trata de una valoración subjetiva, de la expresión de un sentimiento. Los diputados independentistas pueden argumentar que, en tanto en cuanto los electores que votaron por ellos conocían su programa, en el que rechazaron la figura del rey, el monarca no las representa.
En realidad, no compartir o no aceptar el sistema o el marco legal no sólo no exime de su respeto y acatamiento sino que poco o nada puede hacer ante el hecho de su representatividad. La Constitución confieren al jefe del Estado "la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales", que éste ejerce de acuerdo siempre con el Gobierno de turno y a pesar de que algunos diputados no se sientan representados. Del mismo modo, la Constitución dice que los diputados representan no sólo a los ciudadanos que les votaron, ni siquiera tan solo a los ciudadanos de su circunscripción sino al conjunto del pueblo español.
Cuando aseguran "¡No tenemos rey!", en definitiva, los partidos independentistas expresan que no les gusta este Rey, o la institución. Pero el Rey existe, a diferencia de otros constructos políticos, como por ejemplo, la República catalana.
2.- La sociedad vasca y gallega
"La sociedad catalana, vasca y gallega rechazan mayoritariamente la figura de una institución anacrónica" como la Corona, dice el manifiesto. En realidad, no es cierto. El Parlament de Catalunya, dividido, sí ha aprobado mociones en contra de la monarquía. Sin embargo, tan sólo uno de los 23 diputados elegidos por las cuatro provincias gallegas suscribe el texto: Néstor Rego, del BNG. Los otros 22 se encontraban en el hemiciclo, alguna de ellas, como Yolanda Díaz, proveniente de IU y ahora ministra de Trabajo, aplaudiendo al monarca.
En Euskadi gobierna el PNV en coalición con el PSE. Aunque el PNV es nacionalista y ha expresado posiciones críticas en torno a la Corona, sus diputados sí asistieron al pleno solemne. Ni en el Parlamento Vasco ni en el de Galicia se han aprobado mociones reprobatorias del Rey similares a las del Parlament de Cataluña. El manifiesto toma la parte por el todo. Pero los números y los porcentajes desmienten la afirmación.
3.- "Heredero del franquismo"
El manifiesto asegura que la institución de la Corona es "heredera del franquismo". A nadie se le escapa que Francisco Franco eligió al entonces príncipe Juan Carlos como heredero. Sin embargo, muerto el dictador, Juan Carlos I abogó por la democracia y la forma de la monarquía fue sometida a debate por los constituyentes (algunos procedían del nacionalismo catalán o del exilio de izquierdas) y votada en democracia.
En Europa hay otras monarquías, como la sueca, la noruega o la británica. Aunque la naturaleza de la institución, especialmente por su carácter sucesorio, no es democrática, los ciudadanos le han otorgado ese carácter a través de las distintas leyes, constituciones y apoyo popular, sin que se pueda sostener, con implicaciones evidentes, que son herederas de ningún régimen autoritario.
4.- Impone las leyes
"Se sustenta en el objetivo de mantener e imponer la unidad de España y sus leyes", dice el manifiesto. El Rey debe "dejar de ejercer su tutela sobre la ciudadanía" para dar paso a "soluciones basadas en el respeto a la voluntad popular, la libertad y el respeto ".
Las leyes no las impone la Corona, que no tiene parte ni en su elaboración ni en obligar a su cumplimiento. Las leyes, como las que preservan la unidad de España y todas las demás, las hacen las Cortes y, además, pueden ser modificadas. Incluso pueden cambiarse para permitir la autodeterminación de alguna comunidad o territorio habiendo un Rey en España, así como pueden plantear un cambio en la forma de gobierno. El papel del Rey en el proceso legislativo es menor, limitándose a firmar los textos que le llegan, sin posibilidad de enmienda.
5.- El Rey "niega derechos"
El manifiesto alude a que el Rey "niega los derechos civiles, políticos y nacionales que asisten a nuestras ciudadanías y nuestros pueblos". En realidad, es justamente lo contrario. Como jefe del Estado, se debe a los valores y principios de la Constitución, que permiten la pluralidad, las libertades y los derechos de todos los ciudadanos incluso para oponerse a la figura del Rey.
6.- El 3 de octubre
"Su papel para con nuestras aciones no ha sido otro que el de intentar imponer proyectos y valores antidemocráticos", dice el manifiesto respecto al discurso del 3 de octubre de 2017, dos días después de la consulta de independencia suspendida por el Tribunal Constitucional.
En realidad, el jefe del Estado sólo se limitó a recordar, como el conjunto de instituciones españolas e internacionales, que un referéndum de autodeterminación no cabe en la ley actual y que, por tanto, el Estado tiene que actuar para detenerlo.
7.- No hay democracia real
"Una democracia real solo seráposible desde la ruptura con la herencia", dice el comunicado. La democracia española está entre las más reconocidas del mundo no sólo por pertenecer a la Unión Europea sino también a ojos de observadores privados que la sitúan entre las 20 mejores del planeta.