Nueve menos cinco de la noche en la España confinada y apocalíptica del marzo negro de 2020. Ni un alma por las calles vacías. Hace caso una hora que los ciudadanos han salido a los balcones para aplaudir al personal sanitario que nos cuida sin descanso. Pero han vuelto a meterse en sus hogares. El panorama vuelve a ser oscuro, gris, desolador, sombrío… Hasta que de uno de los balcones emerge, a todo volumen, la palabra mágica: “Abracadabra”. Es la señal. Van a pinchar el Flying free.
De forma casi espontánea, una canción mákina de hace más de 20 años se ha convertido en el himno de la resistencia española contra el coronavirus. Un tema de música electrónica postbakalao, producido por Rubén Moreno (DJ Ruboy), Xavier Escudero, (más conocido como Xavi Metralla) y su hermano Marc. Estos dos últimos, DJs residentes de la legendaria sala Pont Aeri. Una canción que, 20 años después de su publicación, ha sido desenterrada y se ha convertido en el símbolo de la esperanza de esa España que resiste confinada en sus casas contra el coronavirus.
En Barcelona, en Valencia, en Barakaldo, en Madrid, en Gandía. De norte a sur y de este a este, a las nueve de la noche se pincha el Flying free (Volando libre). No se sabe con exactitud de donde partió la iniciativa. Algunos señalan a los residentes de un piso en Barcelona, que convirtieron su balcón en una improvisada cabina de disc-jockey y se pusieron a pinchar temas discotequeros vintage el domingo por la noche. Sacaron la mesa de mezclas, altavoces potentes, luces de discoteca y hasta una máquina de las que suelta humo.
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Otros achacan la decisión a una propuesta que corre por redes en la que se proponen varios temas para poner en los balcones durante los días que dure el confinamiento, para sobrellevar el tedio. Una especie de playlist tan ecléctica que esta canción coexiste junto a Sobreviviré de Mónica Naranjo o el Cumpleaños Feliz. Pero lo cierto es que el tema que mejor acogida ha tenido ha sido el Flying free de Pont Aeri. Tanto, que durante la noche del domingo 15 de marzo, recién decretadas las medidas de confinamiento por el gobierno español, Fly¡ng free se convirtió en tendencia en Twitter España.
“A las 21, Flying free”, resumían por redes muchas personas que, o bien bailaron esta canción frente a algún balcón que lo pinchó, o bien compartieron uno de los numerosos vídeos que corren por las redes, con gente encerrada en sus casas y dándolo todo en sus balcones con esta canción. En ellos se puede apreciar a gente de todas las edades bailando la canción. Desde personas que tal vez rompieron pistas hace 20 años con aquel tema, como niños que ahora la escuchan por primera vez y lo bailan como locos.
Flying free algo de poético en esta anómala situación que estamos viviendo los españoles, confinados por primera vez en la historia en nuestras casas por decreto, para evitar la propagación de un virus que está haciendo estragos en todo el planeta, y especialmente en nuestro país. Tiene algo de poético porque habla de “volar libre” (traducción del título en inglés) justo cuando más nos parecemos a pajaritos encerrados en nuestras jaulas que son los balcones o las ventanas de nuestro edificios. Es un canto a la libertad que añoramos. Es un pepinazo mákina pasado de revoluciones, que ilustra nuestras ganas de fiesta contenidas mientras dura la pandemia y el confinamiento. Y su palabra mágica, “Abracadabra” (un sample de una canción de Leyla K publicada en 1992 y llamada Open sesame) simboliza ese anhelo de que la magia se imponga y acabe derrotando al virus.
Terrassa, capital de la mákina
La canción fue el emblema de la discoteca Pont Aeri de Terrassa. Que no les engañen. No de Manresa. El Pont Aeri original nació y se mantuvo en Terrassa desde 1992. Fue entrado en el nuevo siglo cuando se ubicó en Manresa por cuestiones de ordenanzas y conflictos municipales con el ayuntamiento egarense. Pero el Pont Aeri nació y creció en Terrassa, que fue la capital de la mákina catalana, El epicentro del movimiento. La única ciudad de Cataluña que contaba con tres de las salas más emblemáticas del movimiento: Pont Aeri (la más famosa y concurrida) Nau B-3 y By Pass.
Concretamente Pont Aeri se llamaba asi porque tenía en su interior la escalera auténtca de un viejo avión de Iberia. En aquella discoteca empezaron sus carreras los DJ’s más famosos del género: David Pastis y David Buenri. Junto a ellos despegaron y se consolidaron los hermanos Escudero. Ellos fueron algunos de los estandartes del panorama mákina catalán, que acabo exportándose a toda Europa. De hecho, la canción era una especie de oda a dicha discoteca. Su letra empezaba diciendo algo así como: “En 1992, un club empezó haciendo historia. 7 años después, en 1999, sigue pegando. ¡Pont Aeri!”.
El tema fue concebido originalmente por DJ Ruboy en su productora Factoría X. Contó con la ayuda de Xavi Metralla y DJ Skudero. Su éxito relativo. No fue un fracaso, pero tampoco cumplió inicialmente las expectativas que sobre ella se habían depositado. Era una especie de experimento dentro del género musical. Sus creadores fusionaron los ritmos quasi-hardcore de la mákina catalana (heredera del bakalao valenciano) con una melodía cantada por la vocalista londinense Marian Dacal. Los temas mákina solían pincharse a 160 revoluciones, pero para aquel optaron por decelerar un poquito, a 158. El disco se publicó en mayo y no funcionó.
Inesperada popularidad
Pero, a partir de verano, todo se transformó sin explicación aparente. El tema se empezó a pinchar de forma masiva por todas las discotecas de Cataluña. Su popularidad creció como la espuma sin que nadie conozca bien el motivo. Los vinilos se empezaron a agotar y para navidades el Flying free ya se había convertido en el estandarte de la música mákina. Su popularidad hizo que los principales recopilatorios de aquel tipo de música (Blanco y Negro Mix o Todo Éxitos) no solamente la incluyesen, sino que se promocionasen en los medios con un sample de ese tema.
Xavi Metralla y Marc Escudero (DJ Skudero), que además de los DJ residentes del Pont Aeri eran los propietarios junto a su padre, Ramón Escudero, ya llevaban casi 10 años de trayectoria. Pero fue la popularidad del Flying free la que los llevó a girar por toda España y a actuar en programas musicales de la televisión española. El éxito fue tal, que sus responsables crearon toda una línea de merchandising en torno a la canción.
Como todo lo que sube tiene que bajar, la mákina entró en su ocaso en la segunda mitad de la primera década de este siglo. Se cerraron las principales discotecas del genero. Algunas de ellas, como Skorpia Igualada (la primera ciudad confinada de España) se han acabado convirtiendo con el tiempo en supermercados. Otras, como el Pont Aeri original, son ahora salas de música pop de los 80. Otras, como su homónima de Manresa, están abandonadas. Llegó a España la cultura de club, bajaron las revoluciones en la música electrónica, cambió el paradigma y la mákina se quedó en una situación agonizante, con pequeños reductos de fans que organizaba pequeñas fiestas remember en locales pequeños.
El himno de la resistencia
Pero de un tiempo a esta parte, el Flying free ha recuperado su pico de popularidad. Ya hace más de 20 años de su publicación y la gente que lo bailaba entonces tiene ahora entre 35 y (agárrense) 50 años. Ya se puede considerar un tema remember de pleno derecho. Volvió a pincharse en bodas y en fiestas particulares. Quedó como el gran emblema de aquella época. Y ahora, sin comerlo ni beberlo, de forma casi espontánea, Flying free se ha convertido en una especie de himno de los españoles que luchan contra el coronavirus desde sus balcones. Nadie sabe como un tema que no funcionó cuando se publicó, la rompió de tal forma poco después. Del mismo modo, nadie sabe como una canción de hace más de 20 años se ha convertido en el himno de la resistencia contra la pandemia. Será la magia del abracadabra.
En Italia se pincha el himno nacional. En España, nuestro himno no genera tanto consenso como en el país transalpino, pero parece que con el Flying free no hay dudas. La gente lo da todo desde sus terrazas, esperando que el “Abracadabra” del principio de la canción vuelva a hacer su magia, se cargue al virus y nos permita, otra vez, volar libres. Desde el País Vasco a Andalucía y desde Cataluña a Extremadura. Toda nuestra esperanza resumida en una canción. Por eso, tal y como proponen dese la redes, “A las nueve, Flying free”.
Since 1992 there's a club wich is making history. 7 years later in 1999 it's still ticking:
Pont Aeri!
When the stars begin to shine,
It's the time to feel the melody,
The sensations you will find in the dj's factory,
Just let your mind be free
Dj's tecnology
Sound, flash and energy
In the dj's factory...
Flying free,
Feel the exasis,
It's a place to be,
Dj's factory…
Flyng free.