No, el Ministerio de Sanidad no pide a los médicos incorporarse al trabajo cuando presentan sintomatología leve. De hecho, según su Guía de actuación frente a COVID-19 en los profesionales sanitarios y sociosanitarios, un documento publicado el pasado martes, tienen que llevar al menos tres días sin fiebre -y sin necesidad de antitérmicos para bajarla- y presentar una resolución de su sintomatología clínica respiratoria.
Así, Sanidad pide a los profesionales a los que España en pleno aplaude cada tarde a las ocho que acorten su aislamiento, de los 14 días sin síntomas que ha de pasar para que un ciudadano corriente pueda volver a trabajar -si es servicio esencial- o ir al supermercado o sacar al perro, a los siete días.
El problema es la Organización Mundial de la Salud advirtió de que el aislamiento tenía que prolongarse durante al menos dos semanas desde que concluyeran los síntomas. "La gente con COVID -19 puede infectar a otras personas después de dejar de sentirse mal, por lo que las medidas de aislamiento tienen que continuar durante al menos dos semanas", explicó el 16 de marzo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En el documento técnico se incide en la importancia de mantener la capacidad de respuesta del sistema sanitario en el escenario actual de "transmisión comunitaria sostenida generalizada" para asegurar la continuidad de la actividad asistencial ante el aumento de flujo de pacientes en los hospitales.
Medidas de protección
Para evitar cualquier riesgo de transmisión aunque sea mínimo, Sanidad aclara que los sanitario se incorporarán a su actividad con mascarilla quirúrgica hasta completar 14 días desde el inicio de síntomas, evitando durante este tiempo el contacto con pacientes inmunodeprimidos.
Por supuesto, se habla del personal sanitario y sociosanitario que no se haya realizado una prueba diagnóstica, algo que se supone que debería cambiar de inmediato con la llegada de los nuevos test rápidos -que sí valen para personas que lleven al menos siete días enfermas-.
Para los que sí se hayan hecho la prueba, algo que tendrían que hacer siete días después del inicio de síntomas y tras tres días sin fiebre ni sintomatología respiratoria, las órdenes son diferentes: "Si la PCR es positiva, deberá completar el aislamiento hasta cumplir 14 días y repetir la PCR al finalizar el aislamiento. Si esta segunda PCR es negativa se incorporará a su actividad y si es positiva, se repetirá la prueba a las 72 horas".
En el caso de que no lo sea, el documento reza: "Si la PCR es negativa, el trabajador se incorporará a su actividad asistencial con mascarilla quirúrgica hasta completar 14 días desde el inicio de síntomas, siempre que haya habido una resolución completa de la clínica respiratoria, evitando durante este tiempo el contacto con pacientes inmunodeprimidos".
Para ello, los sanitarios deben aplicar correctamente las medidas de protección ante cualquier paciente con síntomas respiratorios con el objetivo de minimizar las exposiciones de riesgo. Estas son las recordadas en el documento:
- Deberán extremar al máximo las medidas de higiene de manos con agua y jabón.
- Se deben colocar una mascarilla quirúrgica durante el contacto con pacientes que presentan clínica respiratoria (no sospechosa de coronavirus).
- Antes de la atención de un paciente con síntomas respiratorios se le indicará que se coloque una mascarilla tipo quirúrgica.
- Asegurar que los pacientes con clínica respiratoria usen mascarilla quirúrgica.
- Usar el equipo de protección individual (EPI) correspondiente cuando se atienda a pacientes sospechosos de coronavirus.
- Los profesionales sanitarios con fiebre o clínica respiratoria aguda se abstendrán de acudir a su puesto de trabajo hasta que se valore su situación.