Hubo un tiempo en el que Pablo Echenique era un pijo, según esa extraña mecánica que establece quién eres dependiendo del lugar en el que vives y a la que a veces él mismo ha recurrido. El diputado de Podemos vivía en el distrito de Salamanca, uno de los más ricos de Madrid, y ahí pasaba sus días de polémica en polémica. Se descubrió que el piso lo pagaba Podemos, se supo que había acometido una serie de reformas ilegales que le valieron un expediente por parte del Ayuntamiento, entonces dirigido por Manuela Carmena. Hasta que se cansó y el día 30 de junio del año pasado, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, decidió mudarse a un distrito mucho más obrero: el de Fuencarral, aunque no especifica dónde y sigue siendo un misterio.
A pesar de que ha pasado el tiempo desde aquello, el lugar de residencia del portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados ha vuelto esta semana a la palestra. En medio de la crisis del coronavirus, él y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han protagonizado un rifirrafe dialéctico que ha vuelto a colocar el tema de nuevo en el foco. El catalizador, en esta ocasión, han sido las protestas que llevan días desarrollándose en el barrio Salamanca de la capital. En ellas, multitud de personas han estado obviando los consejos sanitarios para convertir los paseos permitidos en manifestaciones contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
“No puede ser el alcalde de los ricos”, espetaba Echenique en una rueda de prensa el pasado jueves. “Tiene que ser el alcalde de todos los habitantes de Madrid”, añadía. “Creo que todo el mundo sabe que si la manifestación que vimos se hubiera producido en un barrio popular, obrero, en estos momentos esa gente y está identificada y mutada. Quiero pedir que rectifique”, seguía.
Por su parte, Almeida le respondió con sorna. “Desconocía que Pablo Echenique me votara, porque como vive en el barrio de Salamanca, supongo que será de los ricos que me vote”, contestaba, en relación a aquella tendencia a que el lugar de origen marca todo lo demás. “Agradezco la confianza que Pablo Echenique depositó en mí en las últimas elecciones municipales y espero no haberle defraudado”, añadía. Sin embargo, Echenique le respondió que ya no vivía ahí y que ahora lo hacía en Fuencarral, aunque no especificó dónde.
Nuevo obrero
Según ha confirmado a EL ESPAÑOL la antigua casera de Echenique en el distrito de Salamanca, el portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados decidió rescindir el contrato de alquiler y se mudó de casa, hace ahora 11 meses, el 30 de junio del año pasado. Desde el equipo de Almeida han contestado que desconocen dónde reside actualmente pero que se referían a que en las últimas elecciones votó en el distrito de Salamanca. Lo hizo junto a aquellos que ahora desdeña por ser ricos, lo hizo junto a aquellos ricos para los que, según él, gobierna Almeida.
Que se había cambiado de casa de dejó entrever cuando, en plena negociación de investidura el pasado verano, quedó con la vicepresidenta Carmen Calvo en el hotel NH de Las Tablas. Echenique le dijo a Calvo que la localización le quedaba cerca de casa, en el norte de Madrid. Esta nueva ubicación, que en realidad sigue siendo un misterio, no como su vivienda antigua, le vale ahora a Echenique para convertirse en garante de una clase obrera a la que vuelve a pertenecer, a diferencia del líder de la formación, Pablo Iglesias, a quien tantos quebraderos de cabeza, incluso políticos, le ha supuesto su exclusiva mansión en Galapagar.
Y es que el distrito de Salamanca lleva años consecutivos siendo el segundo rico de todos los de Madrid, precedido por Chamberí. Según el Atlas de Distribución de la Renta de los Hogares, difundido en 2019 por el Instituto Nacional de Estadística, la renta media por persona en dicho distrito es de 24.433 euros por persona, la más elevada. En cambio, la nueva ubicación de Echenique, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, desciende hasta 18.573 euros. Queda muy lejos, de todas formas, de la renta de Villaverde, con 9.756 euros, pero por debajo de Galapagar, con 26.979 euros de renta media.
Sin embargo, no queda muy claro si Echenique vive ahora en el distrito Fuencarral-El Pardo o en el barrio Fuencarral, perteneciente al barrio municipal de Valverde del mismo distrito. Esto sigue siendo un misterio y no es lo mismo, pero ahí también muestra una reducción del patrimonio de sus vecinos. En el barrio Guindalera de Salamanca, donde vivía, la renta disponible media es de 31.894 euros, mientras que en Fuencarral es de 23.964 euros, según los datos recogidos por la entidad bancaria Bankinter.
De alquiler
Con esta mudanza, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso deja atrás un piso lleno de polémica. La vivienda, de alrededor de 40 metros cuadrados y por la que pagaba 700 euros, según adelantó este diario, estaba ubicada en una zona de relativo lujo y tranquila. Sin embargo, él fue más allá y decidió llevar a cabo unas reformas ilegales, colocando cámaras y un compresor de aire acondicionado. Para ello necesitaba el permiso municipal y del Ministerio del Interior, algo que nunca tuvo. Por eso, el Ayuntamiento regido entonces por Manuela Carmena le expedientó.
Ahora pasa sus días alejado del centro de la capital y de aquella polémica junto a su mujer, Maiale -María Alejandra- Nelo y junto a sus perros Luffy y Leela. Presumiblemente sigue ocupando un bajo, ya que su reducida movilidad hace que las posibilidades para ocupar una vivienda escaseen. Y sigue de alquiler: en su Declaración de Bienes y Rentas presentada en el Congreso de los Diputados sólo alega tener una vivienda en propiedad, en su Zaragoza de la que es originario, y sigue pagando la hipoteca a día de hoy.
Esta nueva vivienda misteriosa en Fuencarral, sin embargo, tiene un pero. Está muy alejada del centro de la ciudad y del Congreso de los Diputados y de la sede de Podemos, donde desarrolla gran parte de su actividad política. En su caso, además, esta distancia se hace aún más grande ya que no tiene facilidad para moverse en transporte público ni para conducir.
Sin embargo, en la formación morada tienen una solución para él. Podemos tiene alquilada una furgoneta Volkswagen blanca y adaptada para silla de ruedas para que la pueda usar, según han confirmado desde el partido político. A pesar de ello, no tiene un chófer fijo, como ahora sí que tiene Pablo Iglesias al ser vicepresidente, y los que la conducen son amigos y simpatizantes de Podemos que se turnan. Cuando la furgoneta no está disponible, Echenique opta por usar taxis adaptados.
Ahora, Echenique puede ser pueblo llano ya sin complejos. Así, puede publicar tuits como el siguiente: “Animo a los vecinos de Núñez de Balboa a manifestarse en sus descapotables (el chófer es opcional) o incluso en sus yates cuando se habilite la movilidad interprovincial y puedan viajar a Puerto Banús a hacer la revolución. Esto sí cumple con las normas sanitarias”.