"Hay que remitirse a lo que ha dicho la ministra. La movilización puede ser inmediata". En muchas unidades del Ejército, se ha recomendado a los soldados que agoten las vacaciones antes de septiembre, por la posibilidad de tener que volver a actuar contra el coronavirus. Así lo confirman fuentes de Defensa a EL ESPAÑOL.
Los miembros de todas las unidades del Ejército saben ya que lo más probable es que tengan que volver a desplegarse en las próximas semanas, como hicieron entre marzo y junio para desinfectar grandes instalaciones y ayudar en otras que atravesaron una situación crítica, como las residencias de ancianos.
Las Fuerzas Armadas están listas para una nueva Operación Balmis, la mayor movilización militar de la historia reciente para frenar en España la pandemia. En total, 187.000 soldados de todos los regimientos y ejércitos participaron durante 98 días en 20.000 intervenciones a lo largo y ancho de la geografía española, actuando hasta en 2.300 localidades.
Fuentes del Ministerio de Defensa afirman que los soldados pueden seguir cogiéndose las vacaciones cuando consideren oportuno. Sin embargo, en un documento interno al que ha podido acceder EL ESPAÑOL, distribuido en el Batallón de Infantería Motorizado Albuera I/49, se asegura que los permisos vacacionales deben cogerse tan solo en época estival. El documento reza así:
"Derivado de la situación sanitaria por la propagación del COVID-19, la declaración del estado de alarma en España y la ejecución de la Operación Balmis, GEBRICAN (General de la Brigada Canarias) ha ordenado que los permisos de verano (por unidades orgánicas, al menos de nivel sección) comiencen el 1 junio de 2020 y estén finalizados el 1 septiembre de 2020, cuando está previsto que se inicie el periodo de alta intensidad.
Durante este período de intensidad alta, el personal de las unidades que forme parte de la audiencia de adiestramiento no podrá disfrutar de permiso, por considerarse la asistencia a los mismos una necesidad del Servicio".
No es el único caso. "En muchas de las unidades se ha recomendado agotar las vacaciones ante la previsión de lo que vendrá después", explican diversas fuentes del Ejército a EL ESPAÑOL.
Distintas asociaciones como la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) han elevado una queja al Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS) por este particular.
Situación complicada
La situación en esta tercera semana de agosto no puede ser más preocupante. El Ministerio de Sanidad informó este jueves 3.349 nuevos casos de la Covid-19, así como 16 fallecidos.
La preocupación se hace cada vez más visible en las altas instancias que gestionan la pandemia, hasta el punto de que Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha dado la voz de alarma tras conocerse esas cifras.
"Las cosas no van bien", indicó. "Si el número total de casos es mucho, la hospitalización también se aumentará. La situación es preocupante que nadie se engañe. Si seguimos dejando que la transmisión siga hacia arriba terminaremos teniendo muchos hospitalizados, muchos ingresados en UCI y muchos muertos. Hay que parar esto".
"En 24 horas"
El incremento de rebrotes, de confinamientos parciales y de vuelta general a la actividad tras el verano anticipa un otoño complicado, y las Fuerzas Armadas se preparan para ese nuevo escenario. Margarita Robles, la ministra de Defensa, manifestó el miércoles que las Fuerzas Armadas pueden poner en marcha en 24 horas una segunda fase de la Operación Balmis .
"Yo lo que he dicho siempre es que, en el caso de que eso fuera necesario [tener que volver a intervenir], las Fuerzas Armadas están siempre preparadas y en 24 horas podrían ponerse en marcha", dijo al ser preguntada al respecto durante una visita a la Brigada 'Rey Alfonso XIII' II de la Legión en Viator (Almería).
"Estamos preparados para empezar en septiembre", explican desde ASFASPRO (Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas). "Hay rebrotes por todas partes, pero en el momento en el que finalizó Balmis se quedaron todos alerta porque ya sabíamos que iba a volver a suceder".
La única unidad que continuó activa tras aquella operación fue la Unidad Militar de Emergencias (UME), en gran medida para paliar y combatir, como cada verano, la oleada de incendios.