La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aceptaría cerrar todas las poblaciones de la autonomía con más de 500 contagios por cada 100.000 habitantes si se sigue el mismo criterio en toda España y se hacen PCR en Barajas, Ave y Renfe, según han detallado fuentes del Gobierno regional a Europa Press.
Desde el Ejecutivo autonómico aseguran que, por su parte, no hay ningún "choque" con el Gobierno central sino que deciden lo que van a hacer, "y ellos tienen que ayudar".
En este sentido, recuerdan que "sin que nada hubiera cambiado epidemiológicamente", el ministro de Sanidad, Salvador Illa, "cambió las reglas". "Nosotros no vamos a romper la mesa de diálogo", sentencian estas mismas fuentes.
Así se han pronunciado después de que Illa pidiese este sábado a la Comunidad de Madrid "revisar sus decisiones y escuchar a la ciencia" a la hora de gestionar la pandemia del coronavirus. "Hay que ver los datos de la Comunidad de Madrid, cuando digo que está en riesgo serio la salud de sus ciudadanos, lo digo porque es así", afirmó.
Illa:"Está en riesgo la salud"
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, explicaba este sábado que "está en riesgo la salud de los ciudadanos en Madrid" e instó a la presidenta de la Comunidad a "tomar el control de la pandemia" en la ciudad.
El ministro aseguraba así que "hay un riesgo serio en Madrid" y que "vienen semanas duras", y emplazaba a las autoridades de la región a revisar las medidas.
El pasado martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se había reunido con la presidenta de la Comunidad para crear un equipo de trabajo de cara a aplicar las medidas en el territorio. En ese encuentro, Ayuso pidió un margen de tiempo para conocer la efectividad de las medidas aplicadas.
Sin embargo, tan solo cuatro días después, este viernes, Illa contraprogramó al viceconsejero madrileño de Salud en rueda de prensa -que comunicó la amplicación de las restricciones a ocho nuevos barrios, 45 áreas sanitarias en total- para advertir de que Madrid tomaba medidas muy suaves para combatir al virus y que Moncloa no las compartía.