"Dale caña a la Cospe". El excomisario José Manuel Villarejo recibió el encargo de atribuirle la responsabilidad del espionaje a los partidos independentistas en la operación Cataluña a María Dolores de Cospedal. La secretaria general del Partido Popular era, durante los años en los que el ya encarcelado policía recibía innumerables encargos de todo tipo, una de sus interlocutoras habituales.
Con ese movimiento, quienes le exigían tal misión pretendía, tal y como se dice en las grabaciones, "salvar a la Pequeñita", es decir, a Soraya Sáenz de Santamaría. Pese a ello, Villarejo comenta en una de las grabaciones presentes en el sumario de la Operación Kitchen, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, cómo alguien por encima suya -no especifica quién- trató de que le endosara la responsabilidad sobre aquella operación de espionaje por la que tuvo que dimitir el ministro del Interior de Mariano Rajoy, Jorge Fernández Díaz.
La conversación está presente en uno de los informes aportados por la Brigada de Asuntos Internos de la Policía Nacional a la causa que instruye el Juzgado Nº 6 de la Audiencia Nacional. El levantamiento del secreto de sumario permite ahora comprobar estas y otras conversaciones del excomisario. Casi nadie con poder en aquellos años sale indemne de ellas.
Villarejo le revela a uno de sus adláteres cómo intentaron que implicase a la que era la mujer más poderosa a nivel orgánico en el partido, también ministra durante un breve período de tiempo (2016-2018). En la conversación participa el abogado Javier Iglesias, alias 'El Largo', el hombre que Villarejo decía tener como enlace con el presidente del Gobierno, al ser este de su máxima confianza.
A ese pequeño concilio acude también el otro socio del excomisario, Adrián de la Joya, imputado en diversas causas con su antiguo compañero, colaborador y colega. También escucha José Luis Olivera Serrano, quien entonces era responsable de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), el ariete de la Policía Nacional contra la corrupción.
-Bueno, el mensaje que me han dado es dale caña a la Cospe como que ella es la que monta la Operación Cataluña y ella es la que ha provocado toda esta tensión que hay, frente al diálogo que la Pequeñita proponga, si tú coges y reconoces que ella te pagó para pagar allí (...) no sé qué, no sé cuánto, pues... ese es el tema, o de lo contrario te vamos a aniquilar.
En esa revelación Villarejo señalaba cómo, tras aquella directriz que le llegaba desde más arriba, subyacía detrás de todo ello la pública y notoria enemistad que existía en el seno del PP entre las dos mujeres más poderosas del partido: Cospedal y Soraya. El conflicto entre ambas era conocido por todos en el seno del partido, y ellas no hacían gran cosa por esconderlo.
-Entonces, en esa puta pelea loca -prosigue el excomisario-, eso es lo que me han dicho, pero es que yo estoy hace poco en una tal y tal y se me acerca un palomo como lo del Faisán, oiga que un amigo suyo lo quería saludar, me deja el teléfono y era un coronel que se llama Juan con el que he hablado muchas veces, como estás y tal, mira yo solamente, mira lo que te han dicho hace unos días esto es así, mira esto no queremos líos, no queremos tal, contra ti no va nada, esto es un tema de alta catanga, tú eres un no sé qué...
Sin embargo, el germen de la operación, como Villarejo bien sabía, provenía del ministro Fernández Díaz. Algunos de los escándalos que se conocieron antes de su dimisión en 2016 tuvieron relación directa con la cuestión independentista, empezando por la difusión, a pocos días de las elecciones en Cataluña, de un falso informe de la UDEF de la Policía Nacional que apuntaba a cuentas en Suiza de la familia Pujol y el padre de Artur Mas.
Aunque tiempo después todo el ‘clan Pujol’ ha terminado en los tribunales, aquel informe jamás fue reconocido por la Policía a pesar de llevar el sello de la Institución. Fue la primera evidencia de lo que años más tarde se bautizó como la ‘operación Cataluña’, destinada a investigar delitos de corrupción de dirigentes nacionalistas en plena ofensiva separatista.
De aquella unidad también partió el polémico informe PISA sobre la presunta financiación ilegal de Podemos que sigue sin ser judicializado meses después de haberlo recibido la UDEF.
Personaje omnipresente
Uno de los personajes omnipresentes en las grabaciones del excomisario es precisamente Cospedal. Junto a su marido Ignacio López del Hierro, la entonces mujer más poderosa de Génova 13 recurría al viejo policía para obtener todo tipo de información sensible sobre casos en marcha, investigaciones policiales que podían afectar gravemente a su partido. Y Villarejo hace referencia a ambos de manera insistente en muchas de las conversaciones con sus fuentes y colegas.
La conversación en cuestión se producía horas antes de otra importante reunión de Villarejo con el marido de Cospedal, apodado, según el excomisario, 'Polla de Hierro'.
La presencia de Cospedal resulta más que recurrente a lo largo de las miles de páginas del sumario del caso Kitchen, en el que dirigentes del PP como María Dolores de Cospedal y altos cargos de Interior como el exministro Jorge Fernández Díaz o el secretario de Estado Francisco Martínez, para espiar y robar al extesorero Luis Bárcenas.
"Me debe 100.000 pavos"
Más adelante, en la misma conversación, Villarejo saca a colación el dinero que presuntamente Cospedal le debía en aquel momento.
-La otra- dice el excomisario- me debe 100.000 pavos más intereses y más su puta madre. ¡Claro! Porque estamos en eso, pero si él me... le perdono los 100.000 fíjate".
Si es preciso, Villarejo amenaza. Si es necesario, el ya detenido y procesado policía, amedrenta a quien se le ponga por delante.
-Si se pone borde y tal y cual que se los meta por el chocho, y si no me va a dar cien, más los intereses, más tal, más las costas, y el otro día... ¡Y claro! Como ya la última vez que he hablado conella decía, oye, tía mi pasta, claro, se sentía mal. Ya me ha puesto excusas: ya, hoy no puedo, tal y cual... De ahí, me manda al 'Polla' (su marido), pero lo que hace últimamente es que cuando estoy con él, el otro marca y dice, un momento, ponte.. ¿Cómo estás? ¿Cómo tal? Para que no la achicharre o yo qué sé".