El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, ex director del Gabinete Técnico de la Secretaría de Estado de Interior, ha negado este lunes ante el magistrado del caso Villarejo conocer si se emplearon fondos reservados del Ministerio para pagar los servicios del chófer de Bárcenas como 'topo' de la Operación Kitchen, según detallan fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL.
Pérez de los Cobos -que regresaba a la Audiencia Nacional, donde tuvo que comparecer en el proceso abierto al mayor Trapero por el referéndum ilegal del 1-O- ha declarado ante el juez Manuel García-Castellón que el control que la cúpula de Interior hacía sobre el uso de los fondos reservados era una supervisión meramente contable y no finalística, por lo que en el escalón jerárquico superior del Ministerio no se entraba en cómo se utilizaba el dinero en operaciones concretas.
Certificación del DAO
Pérez de los Cobos ha indicado que una vez al mes se sacaba la partida de fondos reservados del Banco de España con las firmas del secretario de Estado y de él mismo (se requerían dos rúbricas) y se entregaba a la Guardia Civil y a la Policía Nacional el montante que ambos cuerpos habían gastado el mes anterior.
Ese montante se justificaba en sendas carpetas firmadas por los directores adjuntos operativos (DAO) de la Policía y la Benemérita, que eran los que se hacían responsables de las cantidades empleadas por sus unidades.
Cada carpeta tenía, a su vez, dos subcarpetas. En la primera cada DAO indicaba la distribución de gastos en dos grandes bloques: gastos de información y gastos de operaciones. En la segunda subcarpeta los DAO hacían un listado con los nombres de las operaciones en las que empleaban fondos reservados, sin más indicaciones.
El coronel ha explicado que en esta última subcarpeta aparecían cada mes "decenas de nombres de operaciones", por lo que no puede recordar si alguna de ellas era Kitchen.
Control en cascada
En cualquier caso, desde el Gabinete Técnico de la Secretaría de Estado "no teníamos capacidad ni facultades para controlar en qué consistía cada operación". A este respecto, Pérez de los Cobos ha explicado que era el jefe directo de cada operativo el que debía verificar el uso de los fondos y dar cuenta a su superior y éste, a su vez, a su jefe. Y así hasta llegar al DAO.
"El ticket del café o el pago al confidente no nos llegaba a la Secretaría de Estado", ha venido a decir gráficamente Pérez de los Cobos en una declaración que favorece a Francisco Martínez en la medida en que el exsecretario de Estado investigado en la pieza Kitchen no podía saber por esta vía del control contable de los fondos qué destino concreto se dio al dinero utilizado en ese operativo. La investigación ha puesto de relieve que con fondos reservados se pagó al chófer de los Bárcenas, al que también se compró una pistola.
A favor de Martínez
A preguntas de los letrados, el coronel ha indicado que nunca despachó con Martínez sobre la aplicación de fondos reservados a operaciones concretas. "No podía despachar sobre eso porque no tenía los datos de las operaciones, no conocíamos a qué se referían las operaciones que venían en el listado mensual", ha señalado.
En este sentido, ha explicado que todos los operativos en los que se utilizan fondos reservados son secretos y la dificultad está en encontrar "un equilibrio" entre ese secreto y el control del dinero. "A mayor control, menos secreto y a mayor secreto, menos control", ha indicado.
Las normas, por ello, establecen una justificación documental meramente contable en cascada, de manera que son los escalones jerárquicos inferiores los que conocen el fin concreto para el que se han empleado los fondos reservados.
"Muchas gracias por su claridad, propia de su honestidad y profesionalidad", ha manifestado a Pérez de los Cobos el juez instructor al finalizar la comparecencia.
Imprescindible testimonio
El magistrado instructor de la macrocausa Tándem consideraba imprescindible escucharle para "corroborar" el conocimiento que pudiera tener el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez sobre el destino de estos fondos, y en concreto, respecto de los que se pudieran haberse abonado al chófer de Bárcenas.
Sergio Ríos habría cobrado la cantidad de 2.000 euros al mes por sus servicios de confidente, según los recibos encontrados en el registro del domicilio del comisario jubilado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo.
La testifical del coronel de la Guardia Civil sobre su conocimiento del uso de fondos reservados antecede a la que se producirá este próximo miércoles, cuando el juez García Castellón escuchará a Sergio Ríos Esgueva, quien fuera chófer del exdirigente 'popular' y captado como confidente policial para el clan Villarejo. Ríos solicitó declarar voluntariamente.
Las comparecencias se producen tan solo unas jornadas después del careo celebrado el pasado 13 de noviembre entre el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el que fuera su 'número dos', Francisco Martínez, para enfrentar sus respectivas declaraciones como investigados sobre qué sabían de la operación que tuvo lugar en 2013 para presuntamente sustraer la documentación sensible que Bárcenas guardaba sobre el Partido Popular.