Fue el pasado 10 de diciembre cuando se empezaron a retirar las primeras cabinas telefónicas en las prisiones españolas. Las cárceles de Estremera, Navalcarnero (ambas en Madrid), Brieva (Ávila) y la prisión de Cáceres iniciaron la sustitución de los viejos teléfonos por nuevas y más avanzadas tecnologías.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha comenzado el cambio de las tradicionales cabinas por videocabinas, para que los internos puedan realizar videollamadas con sus familiares. Una manera de acercar a los presos a sus familias que poco tiene que ver con el acercamiento de Marlaska a etarras que tanto indigna a las víctimas del terrorismo.
Se trata de un proyecto en fase piloto. Poco a poco, apuntan fuentes de Interior, se extenderán al resto de centros. Instituciones Penitenciarias lleva a cabo esta renovación tras el concierto alcanzado con una empresa de telefonía.
Las nuevas cabinas permitirán el cobro revertido y la recarga online de las tarjetas telefónicas por parte de las familias. Hasta el 6 de enero de 2021, el servicio será gratuito para que los internos se comuniquen con familiares y allegados.
"Este nuevo servicio supone un paso sustancial en la mejora de las condiciones de vida de los internos, al facilitarles nuevos medios de comunicación con sus familiares y allegados alternativos a los ya existentes", aseguran en fuentes del Ministerio.
70 céntimos el minuto
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el coste será de 70 céntimos por cada minuto de llamada. La duración máxima será de ocho minutos. Eso sí, dentro del cupo de llamadas semanales al que tienen derecho, los internos contarán con la posibilidad de poder realizarlas a cobro revertido.
Esta opción facilita la comunicación para aquellas personas privadas de libertad sin recursos. Se va a habilitar, además, la posibilidad de que los familiares puedan recargar el saldo a través de internet para el uso de las videocabinas. No obstante, algunos familiares se han quejado ya del precio, según relatan fuentes sindicales.
Otro de los avances es la puesta a disposición de los familiares de la opción de utilizar un buzón de voz, donde podrán dejar mensajes a los internos. Este servicio se realizará de forma controlada por igual para todos los internos.
Videollamadas
El uso de los smartphones, que se permitió a raíz de la pandemia, quedará ahora reservado de manera exclusiva a aquellos internos que no dispongan de medios económicos, para los casos de tratamiento terapéutico o tratamental y situaciones autorizadas a criterio de la dirección del centro.
Hasta ahora, el interno poseía una tarjeta para llamadas que recargaba con la retribución que recibe del Estado. En ella, podía introducir hasta cien euros al mes.
Asimismo, se han adquirido 30 nuevos equipos de videconferencia para evitar el traslado de presos a sedes judiciales y hospitales y 500 equipos informáticos para facilitar la labor de los funcionarios.