Las llamadas telefónicas a los conseguidores y a los presuntos integrantes de la gran trama de la mafia rusa en España desmantelada la semana pasada está revelando detalles realmente inquietantes. Muchos de ellos, referentes a la profundidad de los contactos que habían establecido con funcionarios, políticos y otros miembros de la Administración General del Estado.
Según una de las múltiples conversaciones intervenidas en la macrooperación de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional, cuyo contenido ha podido conocer en exclusiva EL ESPAÑOL, el abogado de origen ruso Alexey Shirokov, engranaje clave de la organización en territorio nacional, habría aconsejado a sus colaboradores que apoyasen a partidos políticos con dinero de su bolsillo.
La conversación telefónica, una de las centenares de comunicaciones intervenidas judicialmente por los investigadores, se habría producido en el año 2019. Alexey dialoga en ella, según refieren fuentes de la investigación, con uno de sus adláteres. Ambos intercambian impresiones acerca de un parking que pretende montar con sus socios.
Para llevar a cabo esta presunta operación Shirokov, afiliado al Partido Popular, uno de los lobistas de la formación según la juez del caso, refiere que necesitará algún tipo de permiso para llevarla a buen puerto. El conseguidor de la mafia rusa en Alicante le dice a su colega que está intentando hacerse con ellos para que la obra comience a funcionar.
Es entonces cuando le recomienda a su socio que adopte un método que él dice seguir a rajatabla: apoyar a partidos políticos con dinero de su propio bolsillo: "Como hago yo".
En la grabación no queda claro del lugar concreto en el que se desarrollaría la obra. Alexey vive en Altea pero trabaja y tiene negocios en los alrededores. Su compañero entonces bromea con él a través del teléfono y le dice al final: "Abriremos las puertas de los ayuntamientos a patadas".
Esta revelación se suma a la ya descrita el pasado martes por este periódico y refleja la dimensión de la telaraña que presuntamente habrían logrado urdir tanto Shirokov como el resto de integrantes de la trama. En esa otra llamada fechada en 2018 y recabada por la Policía Nacional, Shirokov ofrecía a un miembro del Partido Popular de Altea (Alicante) pagar el alquiler una nueva sede del PP, o directamente conseguir otra de forma totalmente gratuita: " Yo consigo un sitio y no tenemos que pagar nada a nadie".
Zafiros de regalo
Alexey y sus contactos no eran la cabeza del entramado, pero las pesquisas recabadas durante 7 años de investigación indican que el abogado ocupaba un lugar fundamental. Durante muchos años, este grupo criminal integrado por ciudadanos rusos afincados en Alicante recibió grandes transferencias de dinero de sociedades situadas en los Emirátos Árabes. También de otras sociedades radicadas en Letonia y Reino Unido relacionadas con la industria energética.
Unido por un estrecho vínculo con políticos, policías, guardias civiles y funcionarios de la región, Alexey no dudaba en recurrir a ellos para hacerse con la licencia de un camping o para acelerar todo tipo de papeleo con algunos de sus clientes rusos.
Alexey conseguía "acelerar y facilitar" todos esos trámites. A cambio cobrándoles una contraprestación económica que utilizaría en parte para obsequiar a los integrantes de su entramado. Decenas de cajas de vino, jamones, donaciones de material sanitario...
Incluso, según refieren fuentes de la investigación a EL ESPAÑOL, hay dos ocasiones en las que llega a regalar zafiros que presuntamente traídos a España desde la India. Esas prohibitivas joyas las habría endosado a modo de dádiva a dos de sus contactos a lo largo de los últimos años.
El peligro de un chivatazo
El nivel de infiltración de la estructura de la mafia rusa era tal que en varias ocasiones los agentes de la Policía Nacional, casi una década después de comenzar sus indagaciones, temieron porque la operación se fuera al traste. Conforme pasaban los años, el miedo a las filtraciones y a que la obra de investigación que habían logrado levantar se desmoronase se hizo cada vez más patente. La posibilidad de un chivatazo de alguno de los funcionarios públicos implicados siempre estuvo sobre la mesa.
La magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Benidorm explica con absoluta claridad este extremo en el auto con el que decretaba la detención de 23 detenidos vinculados a la red mafiosa. En otra de las llamadas interceptadas por la UDYCO, Shirokov recibe una llamada de teléfono en plena carretera mientras circula al volante de su coche.
Cuando habla con él, su interlocutor simplemente le urge "misteriosamente a no detener su coche, por si le están mirando desde atrás con los cristales tintados".
La persona que está al otro lado de la línea le vuelve a llamar esa misma tarde. Se trata de un agente de policía. El hombre dice que cuando realizó la llamada "estaba parado en un control con gente mirando y no quería que le relacionaran" con él, con el conseguidor.
Alexey le pide entonces que le consiga a una persona para un trabajo "delicado". Busca a alguien para ayudarle a cobrar deudas "de gente que le debe dinero". El agente responde al asegurar que conoce a personas que lo harían "por una comisión". El abogado y promotor inmobiliario dice que tras la tarea la persona que la realiza podría quedarse con la mitad del dinero a recuperar.
Son estas y otras llamadas las que llevan a los investigadores a deducir claramente que Shirokov pretendía "contratar policías para que cobren sus deudas por los medios que hagan falta".