Cuando rompió el carné de Ciudadanos para subirse al barco del Partido Popular, Lorena Roldán se mostró públicamente "convencida" de que no sería la única que tomaría ese nuevo rumbo político. En Génova, el cuartel general de los conservadores, creen también que "más de un" cargo activo que trabaja para Inés Arrimadas cruzará el puente que ha atravesado en primer lugar la exportavoz nacional del partido naranja: "Habrá más casos como el de Lorena Roldán tras las elecciones catalanas", coinciden varias fuentes consultadas del partido conservador. Se refieren a afiliados de Cs que, por iniciativa propia, se darán de alta en el PP.
Desde que Pablo Casado asumió las riendas del Partido Popular en julio de 2018, siempre ha tenido en la mente que la reunificación del centroderecha en torno a su figura es la única manera de reconquistar de nuevo La Moncloa. Tras desvincularse definitivamente de Vox, en el horizonte del Partido Popular hay un objetivo fijo marcado: hacerse con todo el espacio -4,1 millones de votos- que un día ocupó Albert Rivera.
La estrategia del PP pasa por lo que un día hizo el propio Rivera con UPyD: "Rosa Díez no quiso unirse a Ciudadanos y desapareció. Veremos cómo aguanta el tipo el 14-F, pero Inés Arrimadas tendrá muy complicado mantener a Cs como un proyecto autónomo si las urnas demuestran que es un partido en descomposición", pronostica un presidente regional del PP.
Los conservadores siempre hablaban de "ocupar el espacio ideológico" de Ciudadanos y querían evitar entrar en una guerra de fichajes con Arrimadas, con la que comparten cuatro gobiernos autonómicos y el de Madrid. Todo cambió cuando Ciudadanos apartó a Lorena Roldán para colocar a Carlos Carrizosa, al que las encuestas pronosticaban un derrumbe menor.
El PP vio en este fichaje una oportunidad de oro para "demostrar al votante de centroderecha que Ciudadanos es un barco que se hunde. Más que el fichaje de una determinada persona, lo potente es el mensaje que se envía al electorado: el proyecto de Arrimadas ya no es el ganador", reflexiona un alto dirigente conservador.
El golpe sentó como un jarro de agua fría en Ciudadanos, donde nadie sabía "la cuchillada" que le iba a dar el PP hasta el mismo día que oficializó que Roldán sería la 'número dos' de Alejandro Fernández. Cuando la queja llegó a Génova, se rebobinó hasta las elecciones autonómicas de mayo de 2019, cuando Rivera incluyó por sorpresa al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, en la lista que encabezaba Ignacio Aguado. "Nos enteramos por la prensa...", recuerdan en Génova.
Cataluña
A corto plazo, las miradas están puestas en Cataluña. El PP quiere evitar a toda costa el sorpasso de Vox, aunque sus propias encuestas y el pronóstico de SocioMétrica para EL ESPAÑOL dan un empate técnico a siete escaños. "Podremos hablar de un buen resultado si conseguimos posicionarnos por delante de Vox", apuestan en Génova.
"Ver ahora a una exportavoz de Cs hablar delante de las siglas del PP es una pérdida diaria de votos para Arrimadas. El golpe es demoledor", consideran en el PP, que prefiere mantener los cuchillos en alto y no hacer más leña del árbol caído hasta que se midan electoralmente en las urnas el 14-F.
A medio plazo, el horizonte está en las próximas elecciones municipales y autonómicas, cuando los conservadores extenderán sus tentáculos para absorber más parte del espacio que ocupa Ciudadanos. "El PP tiene una estructura muy sólida en todos los municipios de España. En cuanto sus propios militantes comprueben que Ciudadanos se diluye irán saltando del barco para salvarse ellos mismos... siguiendo el camino que ha emprendido Roldán", confían. En el PP, "la casa común donde cabe todo lo que esté a la derecha de Pedro Sánchez", les recibirán con los brazos abiertos.
El objetivo final serán las elecciones generales. Para el PP lo ideal sería que Ciudadanos renunciara a sus siglas e Inés Arrimadas aceptara ir en una misma lista electoral con Pablo Casado. Este escenario es todavía impensable en Ciudadanos, un partido que trabaja incansablemente para demostrar a la ciudadanía que su proyecto es distinto al PP y sigue teniendo el mismo sentido que el día que consiguió entrar en el Parlamento con 57 asientos.