El fichaje de Lorena Roldán fue idea de Alejandro Fernández, candidato del Partido Popular en Cataluña, pero la maniobra -pese a su carácter autonómico- fue estudiada previamente por Pablo Casado, que dio su "OK" al inicio de la OPA. Así lo ha sabido este periódico de fuentes autorizadas.
La negociación con la que todavía era la portavoz de Ciudadanos en el Senado se aceleró -y culminó- a lo largo de la semana pasada. Antes de que se firmara el contrato, Fernández contactó con Casado.
Cabe reseñar la autonomía que está brindando el presidente del PP a su candidato para la Generalitat -no sucedía así en tiempos de Rajoy-, pero los conservadores catalanes debían cerciorarse de que la OPA a Ciudadanos no resquebrajaría los pactos en otras Comunidades Autónomas.
En ese punto, Casado no puso pegas, celebró el golpe de efecto y felicitó a su candidato. No es el de Roldán un perfil demasiado jugoso en términos electorales, pero el golpe ha sido duro en clave interna. Ni siquiera Arrimadas podía imaginar que su compañera cambiaría de camiseta de modo tan repentino.
Roldán también fue la candidata de Ciudadanos a presidir Cataluña, un puesto que antes sólo habían encarnado Rivera y la propia Arrimadas. Se ganó el cartel en primarias con un 86% de los votos. Era julio de 2019. Un año después, debido a los sondeos internos, la dirección naranja apartó a Roldán y colocó a Carlos Carrizosa.
"Para que esa OPA comenzara, el PP tendría que fichar a un rostro muy conocido de los nuestros. Y eso no es posible a día de hoy". Eran palabras, en conversación con EL ESPAÑOL, de un miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos hace apenas un mes. Casado, con el fichaje de Roldán, acaba de cruzar ese Rubicón.
"Vamos a jugar"
"Nosotros también vamos a jugar. No vamos a perder el tiempo", explica un importante dirigente del PP sobre la política de incorporaciones. Ciudadanos poco puede decir sobre la cuestionada lealtad de esta estrategia: ellos hicieron lo propio con PP y PSOE en las últimas campañas. Ahí quedan los nombres de Ángel Garrido o José Ramón Bauzá.
El suelo electoral de Ciudadanos en Cataluña todavía está lejos de ser alcanzado por el PP, pero los conservadores trabajan a contrarreloj para generar una sensación: la autopista de fugas que logró Albert Rivera ya sólo existe en dirección opuesta.
"El año pasado, nos decían que había que sumarse a Ciudadanos, que buscáramos un hueco allí. Hoy es al revés. Cataluña Suma se hace desde el PP", presumen en la filial catalana de los conservadores.
En Génova rechazan referirse a los fichajes provenientes de Ciudadanos como una OPA: "No se trata de eso, sino de un proceso natural. Ellos tenían dos misiones fundacionales. Derrotar al nacionalismo en Cataluña e impedir que el separatismo fuera bisagra en Madrid. Ya no pueden cumplir ninguna de las dos".
En la sede del PP catalán dicen poseer una lista de "peticiones en reserva de gente que viene de Ciudadanos": "Por primera vez en cinco años, la gente pide unirse a nosotros en Cataluña. Ojo, que puede haber más movimientos".