La batalla electoral del 4-M en Madrid arranca ya en precampaña, y en el campo de la izquierda se perfila una discusión esencial entre el PSOE y Podemos, con su flamante candidato, Pablo Iglesias, al frente, acerca de los posibles pactos postelectorales.
El todavía vicepresidente segundo del Gobierno lanzaba este sábado, durante su discurso ante el Consejo Ciudadanos de su formación política, una clara advertencia al candidato socialista, Angel Gabilondo, quien recientemente le excluyó de posibles pactos, mostrando sus preferencias por Más Madrid y Ciudadanos. "Con este Iglesias no" llegó a decir Gabilondo en una entrevista en La Sexta.
Aun sin citar expresentamente al partido naranja, cuyo candidato será Edmundo Bal, Iglesias reivindicaba la experiencia del Gobierno de coalición en España para aseverar que "durante este tiempo, Unidas Podemos ha demostrado que es posible gobernar de otra manera a como quieren los grandes poderes. Hemos demostrado que sus 'artefactos políticos', inflados mediáticamente y creados en despachos y laboratorios de marketing, no son necesarios oara dar estabilidad o posibilitar ningún Gobierno progresista".
El líder de Podemos rescata así la teoría de que la formación liderada por Inés Arrimadas no es sino un brazo de los poderes financieros. "El partido del Ibex" como han repetido incansablemente los dirigentes podemitas en los últimos años.
Iglesias aboga así por un entendimiento tripartito, que incluya a la formación de su antiguo número dos, Íñigo Errejón, para formar un gobierno alternativo al de Isabel Díaz Ayuso. En línea con sus palabras de los últimos días, en las que llegó a vaticinar un futuro de cárcel para la actual presidenta madrileña, el secretario general de Podemos acusaba al PP y a sus presidentas autonómicas de haberse comportado como "tiranos" en las últimas décadas.
Una conducta que se reflejaría en cuando Esperanza Aguirre se encaró en unba ocasión con una protesta de sanitarios en el Hospital Ramón y Cajal: en cuando Cristina Cifuentes exhibía en su despacho de la Delegación del Gobierno en Madrid adoquines de las protestas a las que tuvo que hacer frente o, también, en el hecho de que la propia Ayuso, afirmaba "haya alimentado a los niños más vulnerables con menús de Telepizza durante los meses más duros de la pandemia" concluía.
El candidato de Podemos lanzaba además un último mensaje de esperanza en los resultados, en el discurso ante sus compañeros: "Si logramos movilizar a la izquierda y que la gente de los pueblos, de los municipios y de los barrios humildes de la Comunidad de Madrid vaya a votar, tenemos muchas posibilidades de que el 4 de mayo haya un gobierno de coalición progresista en la Comunidad de Madrid".