El Ministerio del Interior respalda tanto a sus hombres como al operativo de la tarde de este miércoles en el madrileño barrio de Vallecas. Según apuntan fuentes del ministerio a EL ESPAÑOL, se diseñó un operativo policial "acorde a unas circunstancias complejas" con el fin de garantizar "los derechos de todos".
Fueron determinadas actitudes, aseguran desde el ministerio de Fernando Grande-Marlaska, las que pusieron en riesgo "el trabajo y la integridad física de los propios agentes". Sobre todo, dicen, aquellas que se produjeron "al no seguir las indicaciones y pautas de los agentes que velaban por la seguridad".
Aunque desde estas fuentes no especifican si se refieren al momento en que Santiago Abascal sobrepasó el cordón policial que separaba a los asistentes al mitin de los manifestantes de los grupos radicales, la afirmación se trataría una alusión clara a ese instante del acto.
Esas mismas fuentes aseguran también que hubo comportamientos de esa clase desde ambos lados, como por ejemplo la actitud de algunos de los manifestantes increpando a los asistentes al mitin antes de que se iniciaran las cargas, arrojándoles botellas de plástico y latas de cerveza en dirección al centro del parque.
Por su parte, el sindicato Jupol, mayoritario en el seno de la Policía Nacional, acusa a Interior de dejar "indefensos" a los agentes que acudieron al dispositivo establecido en la Plaza de la Constitución. Tras los disturbios, acaecidos durante el mitin de Vox, resultaron heridos al menos 25 agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP).
Operativo "insuficiente"
La algarada, terminó en torno a las nueve de la noche con dos detenidos (por el momento), y 34 heridos, 20 de ellos policías, según los Servicios de Emergencia del Ayuntamiento de Madrid. Algunos, como Ángel López, diputado de Vox por Guadalajara, tuvieron que ser trasladados al hospital.
Nueve de esas personas acabaron allí para ser sometidos a controles radiológicos. A los otros 14 les atendieron en el lugar los servicios del Samur y de Protección Civil. Tres de ellos terminaron en urgencias por la gravedad de las lesiones producto de los enfrentamientos.
Para Jupol el dispositivo, "resultó claramente insuficiente para controlar unos disturbios más que previsibles". Su portavoz, Pablo Pérez, asegura que "todo el mundo sabía con antelación de la gravedad" de los hechos "que se podrían ocasionar en Vallecas, ya que existían varias convocatorias a través de las redes sociales. A pesar de ello la DGP decidió desplegar solamente dos grupos incompletos de la UIP".
Tras los altercados violentos, el sindicato estudia la posibilidad de tomar medidas judiciales, en este caso, contra la Dirección General de la Policía y contra el Ministerio del Interior.
El saldo final de la veintena de agentes heridos, dice Pérez desde el sindicato "se podían haber evitado fácilmente desplegando un operativo acorde al grado de violencia que se podía esperar en esta convocatoria". El portavoz de Jupol asegura que "el dispositivo contó con un 40 por ciento menos de agentes de los necesarios para afrontar este tipo de situaciones. Durante el mismo se dieron órdenes de no utilizar los medios de control necesarios, como las pelotas de goma".
El dispositivo
Las informaciones de las que disponían en Interior indicaban que la convocatoria en contra del acto de Vox se iba a nutrir en parte de grupos radicales como los Bukaneros (ultras del Rayo Vallecano), Vallekas Antifascista, Izquierda Castellana o la Coordinadora Antifascista de Madrid.
Por ello, un grupo entero de UIP y tres subgrupos de otra de las unidades más agentes de la Brigada Provincial de Información conformaron de entrada el dispositivo. En total, cerca de 200 efectivos de Policía Nacional establecieron varias líneas defensivas en torno al círculo central, donde se encontraba la tribuna, el atril y los dirigentes del partido político. Esa era la disposición y la previsión diseñada en los últimos días para el acto.
Las fuentes policiales consultadas en el seno de las unidades antidisturbios discrepan en cuanto a la cantidad de recursos empleados en el operativo. Para algunos se trató de un operativo "impecable". Otros argumentan que se permitió acercarse demasiado a quienes estaban en contra del mitin, propiciando escenas de tensión que terminaron en los consabidos disturbios por las calles aledañas.