Días después de patearle el abdomen a un agente de la Policía Nacional en el mitin de Vox en Vallecas, Alejandro, 21 años, nacido en 1999, vecino del barrio, decidió raparse la cabeza. El peinado del joven era un rasgo con el que los investigadores que le estaban buscando podían reconocerle al instante: largo por arriba, casi al cero por los laterales.
Dicen a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la investigación que pretendía ocultarse cambiando su imagen. Alejandro lucía el clásico corte a lo mohicano cuando se le grabó agrediendo a un subinspector caído de la Unidad de Intervención Policial (UIP) durante los disturbios. Ese cambio estético no resultó, pese a todo, un obstáculo para los agentes de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía Nacional en Madrid.
El caso ya está en manos del magistrado titular del Juzgado de Instrucción nº 46 de Madrid. Este ha acordado la libertad del joven, que será investigado por la supuesta comisión de los delitos de atentado contra agente de la autoridad y desórdenes públicos.
Esta calificación penal es inicial y podría modificarse según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial. Como medias cautelares, el magistrado le ha impuesto la obligación de acudir a firmar al Juzgado cada quince días y la retirada del pasaporte, con la consecuente prohibición de salir del país.
Después de que los investigadores le localizaran y lograsen constatar que era él, le apresaron en la mañana de este lunes como uno de los autores de los altercados en ese barrio madrileño el pasado miércoles, durante el mitin que Vox ofreció en la llamada 'Plaza Roja'.
Cuando se lo llevaron esposado no opuso resistencia. Horas después lloraba en los calabozos. De todos los que aparecen en los vídeos y las imágenes de esa tarde, el joven es el que va ataviado con un abrigo de capucha azul y un chándal, con ese característico corte de pelo.
Sabía lo que había hecho porque las decenas de cámaras que grababan aquella tarde lo registraron todo. Desde los puñetazos al aire de púgil que lanzó a los agentes antidisturbios hasta el momento en que agredió a patadas al subinspector.
Tras recibir una zancadilla, el agente había perdido el casco de protección y se había precipitado al suelo. Ahí Alejandro y otros radicales se abalanzaron sobre él y le patearon.
Cazado por las cámaras
Fuentes policiales confirman a EL ESPAÑOL que el joven se movía en la órbita de los 'Bukaneros', la facción ultra del Rayo Vallecano y uno de los grupos que presuntamente organizaron las manifestaciones y provocaron las violentas escenas que se vivieron en contra del acto del partido de Santiago Abascal y de quienes acudieron allí.
De nacionalidad española, Alejandro no contaba con antecedentes policiales. Se trata del quinto detenido por la Policía Nacional tras los acontecimientos de esa tarde de la semana pasada. Los otros cuatro, esposados aquella misma jornada, eran tres hombres y una mujer. Tres de ellos, dos de los chicos y la chica implicada, eran menores de edad. Las investigaciones continúan abiertas y no se descartan más detenciones en las próximas horas.
Los agentes de la Brigada de Información se encontraban en el terreno en la jornada del pasado miércoles durante las manifestaciones. Formaban parte del operativo de aproximadamente 200 agentes desplegado en esa jornada ante la posibilidad de que se produjeran altercados. Que fue finalmente lo que ocurrió.
Ha sido en parte gracias al análisis de los vídeos y las grabaciones de aquella tarde lo que finalmente ha llevado las indagaciones a buen puerto. Se analizaron cámaras, vídeos e imágenes de aquella tarde. Gracias a todo ese material gráfico se está logrando dar con las personas implicadas, entre ellas este joven, el último de los arrestados.
Colectivos organizadores
Las informaciones de las que disponían en Interior indicaban que la convocatoria en contra del acto de Vox se iba a nutrir en parte de grupos radicales como los Bukaneros, Vallekas Antifascista, Izquierda Castellana o la Coordinadora Antifascista de Madrid.
Ya avanzada la tarde, tras la primera de las cargas, que comenzó después de que Abascal se aproximara a la primera fila de manifestantes al otro lado del cordón policial, adoquines, latas de cerveza o botellas de plástico les sirvieron como arma arrojadiza.
Tras largos instantes siendo golpeado en el suelo, el policía al que pateó el joven Alejandro, un subinspector de las unidades de antidisturbios, acabó en el hospital. Las protecciones corporales reglamentarias con las que iba pertrechado, tal y como afirma al inicio una de las fuentes consultadas, propiciaron que no sufriera más que diversas contusiones y que la cosa no pasara a mayores.
Una vez las unidades regresaron a comisaría, se levantaron 25 partes de lesión a otros tantos efectivos policiales aquejados de diversas secuelas tras las acometidas de quienes emprendieron la batalla campal en el acto de inicio de la campaña de las elecciones autonómicas.
El balance final de la algarada, fue de 34 heridos, 21 de ellos policías, según los Servicios de Emergencia del Ayuntamiento de Madrid. Algunos, como Ángel López, diputado de Vox por Guadalajara, tuvieron que ser trasladados al hospital.
Nueve de esas personas acabaron allí para ser sometidos a controles radiológicos. A los otros 14 les atendieron en el lugar de los hechos los servicios del Samur y de Protección Civil. Tres terminaron en urgencias por la gravedad de las lesiones producto de los enfrentamientos. Uno de ellos fue el subinspector en cuestión.