Un jurado popular ha declarado a Igor el Ruso culpable de tres asesinatos por las muertes del ganadero José Luis Iranzo y los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero el 14 de diciembre de 2017.
Tras casi 48 horas de deliberación, los nueve ciudadanos designados para dictaminar la pena contra Norbert Feher han determinado probado que Igor el Ruso mató y se ensañó con las tres víctimas "con alevosía" y les atacó "por la espalda, de manera sorpresiva".
El jurado acusa también a Igor el Ruso de tenencia ilícita de armas, de robo con violencia y de atentar contra la autoridad. Sin embargo, no han encontrado ninguna prueba para vincularlo con una banda organizada en Teruel, aunque sí creen que pertenecía a una organización criminal en Italia, donde Igor el Ruso fue condenado a cadena perpetua por asesinar a otras dos personas en primavera de 2017. En Teruel, fue condenado en enero de 2020 a veintinún años de prisión por un doble intento de homicidio.
Tras escuchar este veredicto, el presidente de este tribunal y de la Audiencia Provincial de Teruel, Fermín Hernández, será el encargado de dictaminar la pena que deberá cumplir. Todas las acusaciones y el Ministerio Fiscal solicitan prisión permanente revisable, el castigo máximo que permite el ordenamiento jurídico español. De confirmarse, Igor el Ruso se convertiría en el primer acusado de la provincia de Teruel sobre el que recae una prisión permanente revisable.
Fallos de seguridad
Cuando se escuche la pena final que se le imputa al acusado, las familias iniciarán otro via crucis para demostrar que el Estado falló durante los nueve días que transcurrieron entre que Norbert Feher intentó matar a dos vecinos de Albalate y consumó el triple crimen.
Las viudas de las tres víctimas mortales relataban este fin de semana a EL ESPAÑOL cómo sus esposos contaban que aquellos días buscaban al peligroso delincuente que atacó a Manuel Andreu y Manuel Marcuello el 5 de diciembre de 2017. Su versión es frontalmente opuesta al testimonio que volcaron en el juzgado los responsables de aquel dispositivo que, bajo juramento, aseguraron que ninguna prueba hacía indicar que el delincuente seguía en la zona.
Noelia Lorén, viuda de Víctor Caballero, encontró entre sus cosas un documento interno de la Guardia Civil escrito un día antes de los crímenes en el que se confirma que tenían cercado a Feher, pero la zona no se despejó, a pesar de que sabían que era un delincuente muy peligroso. El capitán de la Comandancia de Alcañiz, Horacio Requena, intentó invalidar este documento asegurando que se escriben "miles" al día y que no tenía ninguna fiabilidad.