Las CCAA hacen la guerra por su cuenta contra la quinta ola de Covid sin una directriz única de Sanidad

El fin de semana ha confirmado la tendencia ascendente de la Covid-19 en España. En apenas dos días, las autoridades sanitarias autonómicas han diagnosticado 32.607 nuevos positivos, situando la incidencia acumulada del país en 204 casos por cada 100.000 habitantes.

La situación es de riesgo "muy alto" -según los valores epidemiológicos del Ministerio de Sanidad- y requiere de medidas contundentes frente a una posible quinta ola de Covid-19. Aunque, en esta ocasión, las decisiones se tomarán sin un mando único.

La nueva oleada de contagios (que no se prevé que derive en una saturación hospitalaria) se afronta sin el amparo legal del estado de alarma, cosa que si ocurrió en los anteriores picos epidemiológicos como el del mes de febrero.

Tras la caída del estado de alarma, el departamento de la ministra Carolina Darias intentó poner en marcha un semáforo epidemiológico obligatorio con una serie de pautas (abrir las terrazas al 100% de su capacidad o reapertura del ocio nocturno) ligadas a la situación epidemiológica de cada región.

El enfrentamiento en bloque que protagonizaron varias comunidades autónomas contra Sanidad -para hacer el semáforo epidemiológico orientativo y no vinculante-, se saldó con el éxito de las regiones díscolas y, correspondientemente, sin un criterio único para cerrar o abrir bares.

Ahora, llega una nueva oleada de contagios ligada a los macrobrotes entre menores, pero Sanidad tiene las manos atadas: no puede unificar restricciones sin volver al estado de alarma.

"Unión" y "proyectos"

Aunque algunas regiones han confirmado a este medio que acudirán al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) del miércoles pidiendo "unión" y "proyectos" de cara a parar los nuevos casos, todo dependerá de la voluntad de cada Comunidad.

Y es que, las decisiones para limitar la movilidad entre Autonomías, el toque de queda, la apertura de la hostelería o, por ejemplo, el retorno de la mascarilla al aire libre dependen de cada comunidad autónoma. En algún caso, incluso, deben de enfrentarse a sus propios Tribunales de Justicia porque rechazan las medidas que han tomado, como ocurrió con el confinamiento preventivo de los jóvenes en Mallorca.

Por el momento, están siendo las regiones más afectadas por la incidencia entre los más jóvenes las que están empezando a tomar medidas para contener la propagación.

En Cantabria se ha cerrado al público los establecimientos de ocio nocturno de varias ciudades para intentar parar las propagaciones vinculadas a celebraciones en discotecas, salas de fiestas y bares.

Además, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, va a solicitar al Consejo Interterritorial vacunar antes a los menores de 30. Medida que ya fue rechazada la pasada semana. Sanidad ha dictaminado que se debe de seguir la estrategia actual de vacunación en la que la edad es un factor "determinante".

Galicia también ha avanzado que tomará medidas relativas a las restricciones de hostelería y ocio nocturno (las revisará este mismo martes) y en Castilla y León han comenzado a hacer test de cribado masivo entre jóvenes de provincias muy afectadas, como León.

El vicepresidente de la región y médico, Francisco Igea, ha asegurado que aunque esta ola no se traduzca en más ingresos, puede ocurrir "a pesar de la edad".

Ocio nocturno

La opción del cribado por edad que ha puesto en marcha Castilla y León también se va a aplicar en Asturias. En el Principado han hecho un llamamiento a todos los nacidos entre el 1991 y el 2006. Un total de 115.000 asturianos se verán afectados por la medida que intenta parar la propagación de la Covid entre asintomáticos.

Otra región que ha dado marcha atrás en sus medidas de flexibilización del ocio nocturno ha sido Navarra. A las puertas de celebrar San Fermín, el Gobierno obligará a cerrar las discotecas y bares a la 1 a.m de la mañana (en lugar de hasta las 4, como estaba vigente).

"El macrobote de Salou no se ha producido en cualquier circunstancia, está ligado al ocio nocturno, en espacios interiores, en los que se han relajado las medidas", han sostenido desde el Ejecutivo navarro.

Mientras, en Cataluña, unos de los puntos calientes de esta nueva oleada con una IA de más de 1.000 entre los jóvenes, se plantean volver a restringir el horario y aforos del ocio nocturno. Además, la secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, ha abierto la posibilidad a una vuelta de las mascarillas al aire libre.

Un grupo de personas baila y disfruta en el interior de una discoteca de Madrid. Carmen Suárez

En la autonomía, el presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic), Antoni Sisó, ha alertado de una "saturación muy importante" en la Atención Primaria derivada del incremento de contagios de Covid-19 que, a su parecer, se enmarcan en una quinta ola de la pandemia.

En una situación similar están en Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid o Castilla-La Mancha. Todas ellas han asegurado que tomará decisiones si va incrementándose el riesgo de contagio.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que están analizando "diariamente" la evolución del Covid para ver si hay que tomar decisiones. Algo que ha ligado directamente con la saturación hospitalaria.

Baleares, origen de uno de los macrobrotes, ha cerrado la limitación de aforos de bares y restaurantes a importantes zonas de las islas como Magaluf, en Mallorca. Reducen el aforo y el horario de bares, discotecas y chiringuitos de playa.

Al final, y según han ido apuntando la mayor parte de las autonomías, el sector que va a salir perjudicado de esta nueva oleada epidémica es el ocio nocturno.

"Pese a que los botellones al aire libre sin medidas de seguridad se repiten diariamente, son estos locales los que se están señalando como el foco de contagios", lamentan.

Según la patronal de ocio nocturno Fecasarm, a partir del próximo sábado el 40% de los locales de ocio nocturno de Cataluña no abrirán por el auge de contagios de coronavirus y las restricciones antiCovid.

"Pasamos del 10% que habíamos dicho que no abrirían a un 30 o 40%; es un dato muy preocupante porque, si va bajando la oferta legal, crecerá la práctica ilegal -como los botellones- y los contagios", han denunciado tras ofrecerse a hacer test de antígenos antes de entrar en locales.