El ministerio de Defensa ha informado de que este mismo lunes saldrán los primeros dos aviones A400 desde España con destino Dubái para cubrir la primera fase de repatriación de los españoles que quedan en Afganistán, así como de todos aquellos afganos y sus familias que durante años han colaborado con España.
Los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores han estado trabajando activamente en las últimas horas para cerrar todos de detalles y lanzar cuanto antes una operación militar de rescate de 500 personas, entre personal diplomático, traductores y familiares, que se encuentran actualmente en Kabul. Los talibanes han llegado este domingo para culminar la toma de Afganistán dos décadas después de su expulsión por el contingente internacional de EEUU.
El plan de evacuación pasa por el envío a Afganistán de cuatro aviones militares A400 y de otros tantos de pasajeros que serán alquilados a alguna aerolínea regular. Para hacerlo con la mayor celeridad, los departamentos competentes del Gobierno español están ultimando las autorizaciones de vuelo necesarias en todos los países que han de sobrevolar hasta llegar a su destino.
La operación diseñada conjuntamente por los ministerios de Margarita Robles y José Manuel Albares incluye además el envío de un número determinado de soldados, que ascenderían a decenas o como mucho centenares, según fuentes diplomáticas. Estos soldados formarían parte del convoy que volaría a Afganistán en los próximos días, junto a un grupo de sanitarios que deberá asegurar el protocolo Covid con el personal desplegado.
En la noche de este domingo, el ministerio ha confirmado que este mismo lunes saldrán los primeros aviones hacia Dubái para la primera fase de repatriación.
A lo largo del día, Estados Unidos y varios países occidentales han trasladado al aeropuerto de Kabul a todo el personal de sus embajadas en la capital afgana, que se ha convertido en una improvisada sede diplomática donde se tramitan a toda prisa los preparativos para una salida de Afganistán.
Además, la precipitada situación ha provocado que todos los vuelos comerciales con salida desde el Aeropuerto Internacional de Kabul hayan sido suspendidos, y únicamente los aviones militares tienen el permiso de volar en el espacio aéreo afgano para seguir con las evacuaciones del personal de embajadas y ciudadanos que huyen del país.